- 21/09/2020, 11:41
Dice la sabiduría popular, recordando la historia que cuenta Plutarco en sus Vidas Paralelas, que la mujer del César no sólo debe ser honesta sino también parecerlo. Y, sin entrar en el fondo de la honestidad real, o no, de la señora Dolores Delgado, si parece claro que a tenor de sus actuaciones desde que está al frente de la Fiscalía del Estado su apariencia de honestidad es manifiestamente cuestionable, y en muchos casos censurable, hasta el punto de que las sospechas han contaminado a la propia institución.