- 27/12/2020, 12:00
El viernes 13 de marzo, Mathias Blandin, responsable de La Financière de L'Échiquier en España y Portugal, voló de Madrid a París. El ejecutivo de esta gestora francesa planeaba quedarse el fin de semana para visitar a su familia. Nada más aterrizar empezó a recibir mensajes en su móvil: en España se había decretado el estado de alarma, tenía que volver a Madrid. Tuvo el tiempo justo de pasar por la oficina antes de regresar al aeropuerto. Estaría sin ver a su familia cuatro meses. En el mercado, la pesadilla ya había empezado: solo entre el 6 y el 16 de marzo, el Ibex 35 se hundió un 27%. El EuroStoxx, un 26%. Las caídas no cesaban. Cundió el pánico entre los inversores.