ANÁLISIS
- 23/06/2019, 08:53
23/06/2019, 08:53
Sun, 23 Jun 2019 08:53:14 +0200
En 1975 una persona del departamento de I+D de Kodak, por aquel entonces líder indiscutible del mercado de las películas fotográficas analógicas (llegó a copar el 90% de su mercado), se presentó ante su consejo de dirección con un prototipo que anunció como el futuro de la fotografía. Cuando aquellos directivos vieron aquel artilugio y tras escuchar las explicaciones del técnico, tomaron una decisión: guardarlo en un cajón y echar la llave. Aquello no tenía ningún futuro, concluyeron. El aparato en cuestión era una cámara digital, la primera de la historia. Paradójicamente, el mismo invento que años después, desarrollado por la competencia, acabaría enviando al gigante de la fotografía a la bancarrota.