- 17/11/2021, 12:04
17/11/2021, 12:04
Wed, 17 Nov 2021 12:04:12 +0100
El incremento de las cotizaciones a la Seguridad Social en 0,6 por ciento no es un acuerdo, no es una expresión del diálogo social. Se hace sin consenso y con la oposición de la patronal. Es, sencillamente un impuesto más al empleo. La excusa es volver a dotar de recursos al Fondo de Reserva. Pero, en realidad, esa medida solo supondrá 1.700 millones al año. Una cantidad que frente al déficit de la Seguridad Social, de 50.000 millones para 2022, parece una broma. Y mucho más frente al déficit estructural. Lo que no es tan graciosos es cómo influirá negativamente –todavía más- en el empleo juvenil y en la capacidad del país para generar empleo y mantener el que existe. Para dar una idea de lo que esto supone en términos de beneficios, debe decirse que si no se gastara ni un solo euro de esta cotización adicional, ni uno solo, harían falta más de 40 años para llegar a los 67.000 millones que el Fondo tenía en 2011. Mientras tanto, las trabas al empleo, el aumento de los costes salariales y los impuestos al empleo habrán destrozado el sistema. Es exactamente como vender el coche para comprar gasolina.