- 27/05/2022, 07:00
La financiación otorgada con aval del Instituto de Crédito Oficial (ICO) para ayudar a empresas y autónomos a navegar la crisis sin sufrir asfixias por liquidez apenas ha presentado impagos gracias a las carencias, pero antes de que venzan comienza a inquietar por su singularidad. La activación del escudo público será con cuentagotas cuando se declaren impagos, dichos fallidos no podrán venderse como se hace con otras carteras y la simple existencia de operaciones-ICO interfiere en las financiaciones nuevas porque el organismo exige beneficiarse de las garantías que se aporten, aunque no las respalde con su aval.