- 14/10/2021, 12:27
14/10/2021, 12:27
Thu, 14 Oct 2021 12:27:16 +0000
Acabamos de asistir a la puesta de largo de los PGE 2022 donde se pinta y colorea un mundo de fantasía y de los que podríamos extraer una conclusión evidente, que no se puede sorber y soplar a la misma vez como parecen pretender estas cuentas a las que se les llama de transición justa, aunque nadie tenga muy claro el término. Y aunque el ejercicio presupuestario se parezca a Netflix porque tiene varias series, la roja, verde, amarilla, gris y azul, el trailer adelanta la trama de una película que podría ser de ciencia ficción, novela dramática o comedia. Si hay dudas sobre el guion y el reparto de actores, no hay más que echar un vistazo al libro amarillo, lleno de grandilocuentes frases que cuestan leer y entender sin hacer un alto en el camino para respirar y que no son más que una colección secuenciada de palabras vacías de contenido real pero que suenan bien como no podía ser de otra forma. ¿A quién no le gusta que avancemos hacia una transformación económica más justa, verde, digital, cohesionada e igualitaria mientras se afianza la recuperación para un desarrollo más sostenible y resiliente?