SALUD
- 14/05/2020, 07:47
14/05/2020, 07:47
Thu, 14 May 2020 07:47:29 +0200
El confinamiento y sus circunstancias multiplican el valor de lo verdaderamente importante. Que se lo digan a Charo Ruso y a José Rodríguez, que el pasado miércoles celebraron su aniversario de boda desde el balcón. Dos plantas más abajo, desde la calle, su hijo Fernando les ha tomado la fotografía que ilustra estas líneas. El reportero gráfico se hubiera cambiado por Spiderman para trepar por la fachada y fundirse en un abrazo. Pero hizo algo mejor, como siempre con la complicidad de su cámara: congelar ese puñado de sentimientos que se anudan en la garganta. Ya habrá tiempo para achuchar a nuestros mayores como es debido. Sin riesgos, con la fuerza contenida de estos meses inciertos, con la emoción de un reencuentro sin pantallas por medio. Cuando esto pase, la familia de Fernando se habrá ganado el premio de disfrutar de lo realmente valioso. Y entonces recuperarán las fiestas pendientes. Volverán a juntarse abuelos, hijos y nietos. Volverán a abrazarse como se merecen. Y recordarán este instante de felicidad en una foto que lo dice todo.