Eduardo Olier
- 03/08/2018, 00:30
03/08/2018, 00:30
Fri, 03 Aug 2018 00:30:44 +0200
Como en otras ediciones, fui invitado este año a participar en los cursos de verano de la Universidad Politécnica de Cartagena. Me pidieron hablar de las amenazas económicas a la seguridad nacional. Entre otros asuntos, abordé el problema de la inmigración ilegal. Un tema que he tratado en muchos foros. Durante los meses de abril y mayo, por ejemplo, participé en unos trabajos europeos sobre el Sahel, la Cooperación Estructurada Permanente (Pesco) y la seguridad europea. Se estudió con detalle el problema de la emigración desde África. También tuve la oportunidad este año de estar en Melilla y comprobar de primera mano los problemas de la valla con Marruecos. Fui testigo de los cientos de personas que cruzan diariamente la verja que nos separa de allí; lo que sostiene una economía sumergida de unos 1.000 millones de euros que se mueven en pesados bultos que cargan mujeres marroquíes. Tuve además la oportunidad de estar no hace mucho en Catania (Sicilia) viendo a cientos de emigrantes que habían sido recogidos por una fragata de la Armada española. Aparte del drama humano, pude ver con detalle la estructura de la Operación Atalanta de la Unión Europea contra las mafias organizadas que trafican con emigrantes. Sería deseable más eficacia frente al Gobierno libio.