- 14/11/2020, 11:30
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Sat, 14 Nov 2020 11:30:30 +0100
Hay quien ve en la archirrepetida recuperación en forma de K el intento de algunos economistas por vender la vieja tendencia de la desigualdad envuelta esta vez en nuevo papel de regalo. Cada vez son más los adeptos que se suman a la teoría de que la salida de la crisis actual se producirá con una clara distinción entre sectores, población y países respondiendo a la forma de una letra K, es decir, desigual, según su capacidad de adaptación, pero también dependiendo de cuál sea el origen de donde venían. Dicho de otro modo el pobre saldrá más pobre, y el rico, más rico. Nada nuevo bajo el sol para quienes saben lo que es una crisis financiera. La gran diferencia con respecto a catarsis anteriores, como la de 2008 ó 2011 en la eurozona, es que ésta sí tendrá un carácter profundamente disruptivo, como el coche cuando sustituyó en una década a los carruajes tirados por caballos, la revolución que supuso el teléfono, luego Internet; o el avión que ocupó el lugar de largas travesías en barco.