Entrevista
- 02/05/2020, 08:00
02/05/2020, 08:00
Sat, 02 May 2020 08:00:09 +0200
Desde febrero no ha podido ver a sus hijos mayores, que están en Vitoria, mientras el permanece en Madrid con los dos más pequeños y su mujer. Aunque acude físicamente al Congreso y también a su despacho de Vox -en la madrileña calle Bambú- sigue extremas medidas de seguridad. "Tras Vistalegre aunque era asintomático me hice el test y dio positivo. Dos semanas después dio negativo y estoy estupendamente. No he tenido ni un síntoma, pero tomo todas las precauciones", señala. Santiago Abascal (Bilbao, 1976), licenciado en Sociología por Deusto y líder de la tercera fuerza política del país, está acostumbrado a que sus adversarios les llamen de todo. Él, sin embargo, no se inmuta. Aunque él y su partido son relativamente nuevos en el tablero de la representación parlamentaria no es, ni mucho menos, un novato en política. Hasta noviembre de 2013, cuando anunció su abandono de militancia en el PP, "en desacuerdo con la actuación de Rajoy" había sido una figura importante y con varios cargos en el PP vasco. Tras su adiós puso en marcha Vox, según dijo, con la meta de ser una alternativa a la partitocracia de PP y PSOE, regenerar la democracia, y defender la unidad de la nación española, pero no ha sido hasta las últimas elecciones cuando se han consolidado rotundamente.