- 20/08/2021, 07:00
En los recientes encuentros del G-7 y la OTAN se señaló a China como un competidor estratégico, un socio comercial calculador, una amenaza tecnológica y para la seguridad nacional, un transgresor de los derechos humanos y un paladín del autoritarismo en el mundo. China denunció esas caracterizaciones, que su embajada en Reino Unido llamó "mentiras, rumores y acusaciones sin fundamento". No hay que subestimar los riesgos de esa retórica.