Bolsa y Mercados
- 19/03/2022, 07:00
El inversor se ha encontrado con un jarrón chino en medio de la repisa del mueble del salón y no sabe muy bien qué hacer con él. Hasta los perfiles menos agresivos tenían cierta exposición al gigante asiático en los últimos años debido al mayor dinamismo de su economía, al tiempo que se facilitaba la apertura de su mercado de capitales a las firmas de inversión internacionales, hasta el punto de haber ganado peso en los principales índices de referencia. Pero la invasión de Ucrania ha encendido las alarmas en unos inversores que ya habían puesto en cuarentena la bolsa china tras las fuertes caídas del año pasado. La introducción de una regulación más restrictiva de las compañías chinas, principalmente las tecnológicas, y los problemas que empezaron a aflorar las firmas del sector inmobiliario significaron la huida de los inversores de un control gubernamental poco comprendido. Y ahora el papel que pueda jugar China en el conflicto de Ucrania por su relación con Rusia -Estados Unidos ya ha advertido al gobierno de Xi Jinping de las consecuencias de prestar ayuda militar a Putin- ha situado al gigante asiático en zona de riesgo como activo.