Joaquín Leguina
- 11/07/2018, 00:05
11/07/2018, 00:05
Wed, 11 Jul 2018 00:05:11 +0200
Fue en 1976 cuando se publicó en Barcelona el primer número de la revista L'Avenç. La práctica totalidad de su consejo asesor estaba compuesta por profesores universitarios de Historia. El objetivo de aquella revista, en palabras de Josep Fontana: "Nuestra tarea más inmediata y urgente será la de restituir a nuestro pueblo la visión histórica nacional que le ha sido negada desde 1939", y por si hubiera alguna duda de lo que aquello significaba, Fontana añadió: "Contra la historia científica, entendida en el sentido de neutra e imparcial, hay que propugnar una historia política, objetiva pero partidaria". Se declaraba así la guerra a la Historia como ciencia y se exaltaba la Historia como mito. Este historicidio sigue hoy su curso a cargo, por ejemplo, de Arnau González i Villalta (diz que historiador) y Enric Ucelay-Da Cal en obras publicadas en 2017 y también la obra del muy versátil Ferrán Mascarell (primero del PSC y luego separatista). Santos Juliá ha analizado esas "aportaciones" recordando cuándo empezó todo. Y eso ocurrió el mismo día en que Rajoy recibió a Mas y éste le presentó su ultimátum: "O el cupo vasco o vamos hacia la independencia". Mas volvió a Barcelona con la negativa y fue recibido entre los aplausos y las risas de Torra, Salvador Giner, presidente del Institut d'Estudis Catalans, Muriel Casals, presidenta de Òmnium Cultural, Ferrán Requejo, catedrático de Ciencia Política en la Universitat Pompeu Fabra, Vicent Sanchis, más tarde director de TV3, Jaume Sobrequés, director del Centre d'Historia Contemporània de Catalunya, Xavier Rubert de Ventós... es decir, la crema de la intelectualidad catalana.