- 16/12/2022, 06:00
Cuando Catar fue sacado del sobre como futuro anfitrión de la Copa del Mundo en 2010, era dudoso que la mayoría de los fanáticos del fútbol hubieran podido encontrarlo en un mapa. Una docena de años, 300.000 millones y una gran cantidad de polémica más tarde, una de las campañas de marketing más costosas de la historia culminará con el pequeño estado del Golfo que albergará una final el domingo entre Argentina y Francia que se espera sea vista por la mitad del planeta.