Juan Velarde
- 06/02/2018, 00:02
06/02/2018, 00:02
Tue, 06 Feb 2018 00:02:22 +0100
A partir de 1944, una vez iniciados los cursos de la Facultad de Ciencias Políticas y Económicas de la Universidad de Madrid, se produjo en ella un confluencia de profesores y de grupos de trabajo con los nuevos profesores que procedían, esencialmente, de la Sección de Economía del Instituto de Estudios Políticos, del Sancho de Moncada del Consejo Superior de Investigaciones Científicas y del Servicio de Estudios del Banco Urquijo. Los puntos de vista sobre por dónde debería marchar la economía española se expusieron, una y otra vez, por las sucesivas oleadas siguientes de economistas vinculados, precisamente como alumnos, a esa Facultad, de forma tal que, cuando se estudian sus puntos de vista, desde Valentín Andrés Álvarez a Gonzalo Arnáiz, de Manuel de Torres a Enrique Fuentes Quintana, o de José Castañeda a Luis Ángel Rojo, impresiona la visión de un programa común. Por supuesto que en este ámbito universitario, y no digamos cuando se repasan núcleos existentes en otros lugares de España, desde un Sardá en Barcelona o un Carande en Sevilla, encontramos vinculaciones intelectuales, claro es, pero no actitudes de exigencia de concretas medidas de política económica exactamente iguales.