El final del siglo XIX y XX vio nacer algunas de las disciplinas artísticas y académicas más importantes de la actualidad. Fueron los Lumière los que a finales del XIX escribieron los primeros pasos del cine. También fue por esa época cuando el diseñador Charles Frederick Worth comenzó a reivindicar la figura del artista frente al costurero y firmó sus creaciones como si fueran obras de arte. Es decir, dos hechos históricos que marcaron el devenir del cine y la moda, disciplinas artísticas que hoy en día se estudian en la Universidad y son objeto de análisis en tesis doctorales. La gastronomía, con la ayuda de Ferran Adrià, puede experimentar ese mismo destino y convertirse en una asentada disciplina académica. "Es un cambio de paradigma histórico. ¿Seremos capaces? No será fácil, pero tampoco fue fácil lo de elBulli", sentencia el chef en una entrevista a este medio.
La tarea parece compleja y para algunos quizá una meta que invite a la mofa, cocinar cocinamos todos y se ha cocinado siempre. Sin embargo, el espectáculo casi circense con el que ganaron dinero los Lumière, hoy es considerado como el séptimo arte. Los diseñadores del siglo XX como Paul Poiret o Coco Chanel han pasado a la historia como figuras clave para entender la moda actual. Y también, el periodismo escolar que se enseñaba en los años cincuenta del siglo pasado, hoy es una disciplina universitaria que se encuadra dentro de las Ciencias de la Información. Entonces, ¿quién dice que la gastronomía no puede cosechar el mismo futuro artístico y académico? Así, la meta de Ferran Adrià para los próximos años está en servirse del conocimiento para elevar la restauración gastronómica a su máximo exponente: "Hay un nivel de experiencia gastronómica al que debemos dirigirnos, tenemos que ir al nivel más alto, como si fuera una disciplina académica universitaria".
Lo cierto, en los últimos años, la gastronomía no solo ha vivido un crecimiento desde el punto de vista creativo o como experiencia turística. También, se han abierto universidades que están centradas en el Ciencias Gastronómicas. Adrià imagina un futuro con más de 300 facultades de este tipo alrededor del mundo que enseñen a las generaciones venideras y que doten a la gastronomía de investigación y tesis doctorales, quizá con Arzak como protagonista. El cocinero toma como base de este mañana al Basque Culinary Center, Facultad de Ciencias gastronómicas y Centro de Investigación e Innovación en Ciencias Gastronómicas de Joxe Mari Aizega, primer centro de carácter universitario que se crea en Europa dedicado a la gastronomía.
Este trabajo por el conocimiento es el que ha ocupado a chef durante los últimos ocho años, desde que cerró elBulli, y es lo que quiere seguir haciendo en el Bulli1846. Un nuevo espacio que abre en la misma ubicación que estaba el restaurante –la Cala Montjoi (Girona)–, pero que se reconvierte en un "lab expositivo" dedicado a la restauración, a la innovación y la cultura gastronómica. "No es ni un restaurante ni una universidad es un laboratorio en que se va investigar sobre la innovación a través de las gastronomía", explica Adrià.
El Bulli1846, fecha que hace referencia al nacimiento del cocinero francés Auguste Escoffier, no estará abierto al público general. El acceso será a través de convocatorias que versarán sobre contenidos concretos. La primera tendrá lugar el 3 de febrero de 2020 y se destinará a la gente que ha ayudado a levantar este proyecto. La segunda convocatoria será en julio y para la cual se abrirá un periodo de inscripciones. El espacio de la exposición, por su parte, se inaugura en junio. Además, el centro tendrá un equipo permanente de investigadores. Este nuevo Bulli busca influenciar a académicos, investigadores, creativos o empresarios, pero también a las nuevas generaciones.
Los "ángeles" en lo que se ha apoyado el cocinero son Israel Ruíz, vicepresidente del Massachusetts Institute of Technology (MIT), Toni Segarra, uno de los grandes creativos de este país, y Vicente Todolí, figura clave en la evolución del mundo del arte contemporáneo en Europa del último cuarto de siglo. Y la financiación la ha encontrado a través del su fundación elBullifoundation, en la que participan otros de sus "ángeles": Telefónica, Caixabank y Grifols.