Alberto Conejero (1978), poeta y dramaturgo español, le debe a Federico García Lor-ca el descubrimiento de su vocación. El maestro granadino ejerce sobre él un "magisterio luminoso" y lo siente como una presencia amable y cercana. Por ello, confiesa a este medio en una entrevista que nunca cometería la "osadía" de completar su Comedia sin título, pues hubiera sido también un "intento condenado al fracaso", completa.
Lo que Conejero ha hecho en El sueño de la vida, obra recién estrenada en el Teatro Español de Madrid y que podrá disfrutarse hasta el 24 de febrero, es "establecer un diálogo con la Comedia sin título. Una conversación con ese material que está inconcluso y siempre lo estará". Así, escrita por el dramaturgo madrileño y bajo la dirección de Lluís Pasqual, El sueño de la vida aporta dos actos más a la famosa pieza inacabada de García Lorca.
En el primer acto, el autor, que es también el director del teatro, está en el proscenio del escenario y explica al público que es su responsabilidad cívica detener la obra, combatir el teatro burgués y subir al escenario la verdadera realidad social. Su discurso se ve interrumpido por diferentes personajes, hasta que comienza una batalla en el interior del teatro y termina incendiándose. "Por declaraciones cercanas a gente de Lorca, se sabía que el segundo acto iba a transcurrir en el foso de un teatro, en una especie de morgue; y el tercero, en una especie de cielo limbo", cuenta Conejero. Por lo tanto, a partir de aquí, añade, "he seguido el mapa que Lorca dejó marcado, tratando de hacerlo propio". Por su parte, el director de la obra esclarece que, desde su punto de vista, el segundo acto es la "fusión entre Lorca y Conejero, el punto de encuentro en el que se encuentran los dos"; y el tercero "es Conejero, dos personajes y lo que Lorca pone en el paraíso". Cuando le preguntamos a Conejero qué reacción espera del público, habla de un "pecho abierto", para que puedan compartir la emoción que ha sentido todo el equipo al establecer un diálogo con Lorca. Y propone que "nos preguntemos juntos -porque de eso va la función- qué papel debe tener el teatro en estos tiempos difíciles".
Inacabada y eterna
La Comedia sin título forma parte de El Público y Así que pasen cinco años de la Trilogía del teatro imposible de Lorca, donde prima un lenguaje influenciado por el surrealismo. De esta obra solo se conserva el primer acto debido a que el autor estaba todavía escribiéndola cuando fue asesinado en el inicio de la Guerra Civil.