Dennis Tito se convirtió en 2001 en el primer turista espacial de la historia. El magnate norteamericano cumplió un sueño que había tenido desde siempre y disfrutó de una semana en la Estación Espacial Internacional. Una experiencia inolvidable que le costó 20 millones de dólares, que pagó a la Agencia Federal Rusa. Después de él han sido otros los afortunados que han visitado el espacio, pero pagando cifras tan astronómicas como la de Tito. Sin embargo, el turismo espacial ha comenzado a tener en los últimos años interés empresarial y son varias las compañías que esperan ofrecer precios más razonables. La empresa española Zero 2 Infinity es una de ellas y pretende lanzar turistas a la estratosfera en globo.
Ver la tierra desde el espacio es una imagen que muchos han deseados desde niño. Antes, era una experiencia reservada a los astronautas, pero los avances de la ingeniería aeronáutica están abriendo el abanico a la sociedad civil, que guarde eso sí unos miles, cientos o millones de euros en el bolsillo. Así, el espacio está viviendo una nueva carrera, esta vez empresarial, por conseguir la forma más segura, cómoda y viable que permita llevar civiles más allá de la estratosfera.

Virgin Galactic, del multimillonario Richard Branson, es una de esas compañías que están tratando de hacer de este turismo una posibilidad económicamente viable. De hecho, el pasado jueves, registró un nuevo hito empresarial: su aeronave VSS Unity superó por primera vez los 80 kilómetros de altura, el límite que la Fuerza Aérea de los Estados Unidos define como el comienzo del espacio. El objetivo de Virgin Galactic es llevar a turistas al espacio suborbital por 250.000 dólares el pasaje. Un precio más asumible que la experiencia de Dennis Tito, pero más elevado si lo comparamos con la propuesta de la empresa española Zero 2 Infinity. José Mariano López-Urdiales , fundador y director general, pretende llevar a turistas al espacio en globo por 110.000 euros. Una propuesta que se podría realizar en el año 2020, de hecho: "Ya tenemos algunas reservas", confiesa.
Los futuros turista de Zero 2 Infinity viajarían a bordo de una cápsula en forma de donut y con grandes ventanales. Está pensada para transportar a cuatro clientes y dos miembros de la tripulación. El ascenso se produciría al amanecer, tardaría unas dos horas y media en llegar a una altura de 35 o 36 kilómetros. Y una vez allí, se mantendría unas dos horas para admirar el entorno. "Ves un motón de cosas. Ves la tierra azul, el horizonte azul y el cielo lo ves negro y eso que es de día y el sol blanco, y si centras la vista en el cielo negro se empiezan a vislumbrar las estrellas", explica Mariano. Además, este sistema de viaje asegura un ascenso más lento pero seguro y no exige entrenamiento aeronáutico. También, Zero 2 Infinity tiene previsto que los viajes se realicen sin traje espacial, después eso sí de varias pruebas y los primeros viajes con el traje.
José Mariano López-Urdiales entiende que para muchos el turismo espacial sea una quimera. De hecho, el principal inconveniente que tiene su propuesta es que todavía no ha convencido a suficientes inversores que no ven tan sencillo el retorno económico. Sin embargo, el CEO explica que este tipo de turismo será una realidad pronto y que España puede jugar un papel fundamental. "España tiene las condiciones óptimas para desarrollar estos viajes por su meteorología y por infraestructuras como El Arenosillo de Huelva y Estratopuerto Europeo de Jaén, que no tienen ni Francia ni Alemania ni el Reino Unido", explica Mariano. Además, "a lugares como Marbella, Ibiza, Barcelona o Madrid vienen una gran cantidad de turistas extranjeros que se pueden comprar un viaje al espacio y ni se enteran", añade.
Mientras el turismo espacial va ganando apoyo. La otra vertiente empresarial de Zero 2 Infinity es lanzar artilugios al espacio a través del globo. López-Urdiales explica que todas las previsiones aseguran que serán miles los satélites que se lanzarán al espacio en los próximos años. Y su método, que está patentado e incluye ascenso en globo y lanzamiento con cohete, supone una propuesta competitiva en cuanto a seguridad, precio y agilidad.