
Un 'desembarco' en toda regla de las materias primas y usos culinarios de aquella tierra para un nuevo restaurante que viene a sumarse a las aperturas de este otoño. Los hermanos Jesús y Mikel Santamaría, con un importante grupo de catering en San Sebastián y distintos restaurantes, ya tuvieron una experiencia capitalina en el Museo del Traje. Ahora han inaugurado en plena calle de Alcalá, donde se encontraba la antigua Cervecería Correos.
Estamos en uno de los locales históricos de Madrid, donde Neruda escribía sus poemas, se paseaba García Lorca o Celaya era un habitual. El siglo XX trajo aires nuevos a este local que pasó de mano en mano y ahora los hermanos Santamaría lo reinventan. Y lo han hecho con una original fórmula en la que lo mejor del País Vasco está aquí. Abierto desde por la mañana, ya se sirven zumos naturales, deliciosa bollería y preparaciones saladas.
A la entrada, se encuentran distintos espacios delimitados por una barra cada uno. La zona de chacinas y jamones ibéricos, donde un maestro cortador atiende, una mesa central para ostras y comida oriental, ésta última la única licencia que nos lleva a otros confines del globo. La tercera barra para desayunos y postres, junto a otro apartado donde se tira la cerveza (muy bien, por cierto) y se sirven pinchos fríos y calientes. Todo con sillas altas o algunas mesas para que el cliente disfrute del momento. Un concepto gastronómico de estilo donostiarra y cosmopolita donde todo se prepara a la vista del cliente.
Y llega una sorpresa: atravesando por un pasillo lateral la cocina vista, se llega al comedor, con una isla central donde se encuentra la parrilla de carnes y verduras de huerta propia. En carta, gran repertorio de pinchos fríos y calientes, solomillo a la brasa, una deliciosa ensaladilla con mayonesa de cebollino o navajas con guindillas, patatas y tirabeques terminadas en horno. Y como no, la impresionante chuleta de charolés o una tradicional merluza en salsa verde. No falta un guiño asiático con sahismi, rolls, makis Entre los postres, cuajada de oveja 'latxa'. panchineta o soufflé de chocolate con helado de boniato asado. Magnífica selección de quesos.
La originalidad de este local radica en que 'todo' se puede comer en todas partes, bien en barra más informalmente o ya sentado en uno de los dos comedores. Porque éste es el secreto más oculto: poseen un recoleto comedor con chimenea al fondo del establecimiento, primorosamente decorado, perfecto para hacer reuniones de negocios o celebraciones. Incluso largas sobremesas.
El Menú
Primero: Variado de pinchos calientes (8 piezas)
Segundo: Rape asado al estilo tradicional
Postre: Panchineta diferente
Precio medio: 50