Nueva York es conocida como la ciudad de los sueños, pero también la de los rascacielos. La urbe más poblada de Estados unidos posee hasta 721 edificios de este calibre, solo superada en el mundo por Hong Kong. Solo desde 2003 se han construido más de 50 rascacielos. Hoy en día, otra gran construcción está tomando forma en pleno Manhattan y no solo es alta, sino delgada. Este rascacielos realizado por la firma ShoP Architecs será el más estrecho del mundo.
Este edificio, ubicado en el número 57 de la Calle Oeste de Manhattan, se encuentra en plena construcción. El rascacielos se elevará hasta los 433 metros, solo superado en altura por el One World Trade Center. Actualmente, han comenzado los trabajos de revestimiento. Las tiras de las baldosas de terracota que se alternan con ventanas y marcos dorados curvos están montadas casi a la mitad de las fachadas este y oeste del rascacielos. Los lados norte y sur estarán completamente acristalados, con vistas a Central Park y al horizonte de Manhattan. Sus detalles exteriores acaban con baldosas de arcilla, un estilo que no sigue la tendencia de los rascacielos acristalados de Nueva York.

SHoP diseñó este rascacielos como una torre residencial para los promotores inmobiliarios JDS y Property Markets Group y dio a conocer por primera vez el plan en 2013. Este diseño ha sido apodado Billionaire's Row, debido a la cantidad de construcciones de lujo en los alrededores. En el interior albergará 60 condominios, de los cuales 14 se ubicarán dentro del Steinway Hall, una parte más alta, que está siendo remodelada como parte del proyecto. La mayoría de las residencias dentro de la torre abarcarán un piso completo, mientras que otras ocuparán dos niveles. Las instalaciones incluirán un gimnasio, una piscina y una barbería entre otras.
Una construcción con muchos problemas
Los pisos están previstos que salgan a la venta este mismo mes de septiembre, antes de la finalización del proyecto, que se extenderá hasta 2019. Pero el camino hasta su legalización ha sido muy cuesta arriba, por los numerosos obstáculos a los que se ha tenido que enfrentar. En el año 2016, la empresa AmBase lanzó una demanda y la construcción se paralizó. El pesidente de AmBase, Richard Bianco, acusó a JDS y Property Markets de idear un plan para aumentar su participación en la propiedad de la empresa conjunta a expensas de su otro socio, AmBase.
Más tarde, en el año 2017, los problemas con AmBase continuaban poniendo trabas al proyecto. Según unos informes oficiales, los presupuestos para la construcción del Billionaire's Row superaban los 50 millones de dolares. La nueva demanda se presentó contra los patrocinadores Kevin Maloney y Michael Stern, y el prestamista Spruce Capital Partners, afirmando que Maloney y Stren omitieron algunos elementos muy importantes en su presupuesto, incluidas las grúas, que son muy caras en Nueva York.