Imagínese que es el director general de una gran compañía hotelera nacional, con una fortuna amasada, pero se encuentra vagando por el desierto, cansado, sediento y con la mente KO, incapaz de trazar estrategias para resolver esta situación de supervivencia. ¿Cuál sería su solución? La de este empresario fue ofrecer un cheque en blanco por un trago de la cantimplora que portaba Carlos Vico, el líder de Survival Extreme, compañía que organiza cursos de supervivencia para altos directivos y empresas
El fundador de esta empresa no tiene dudas de que las aptitudes que se necesitan para superar una situación de supervivencia como es un desierto son las mismas que en el mundo laboral, en concreto, en los sectores de alto rendimiento como consejos de administración o altos directivos. Carlos Vico explica a Evasión que "la supervivencia es la exigencia máxima en tiempo recurso y energía, por tanto se puede aplicar a la empresa". "La formación que yo te doy te servirá para tu día a día porque te da aplomo en ti mismo y el ser consciente de uno mismo", añade.

Cómodo en los ambientes naturales desde pequeño gracias a un abuelo trampero, Carlos Vico no solo tiene una larga experiencia y formación en el sector de la supervivencia sino que también ha experimentado el otro lado, como empresario del sector del aluminio y el cristal que se vio obligado a cerrar su compañía por la crisis de 2008. Lo cierto, esta experiencia también le ha servido para la organización de los cursos Management Xtreme: "Desde la recesión económica, cada vez es más común ver cómo empresas y organizaciones se enfrentan a entornos cambiantes e inciertos en los que va perdiendo sentido la planificación a medio y largo plazo. En estos momentos de transición, las habilidades humanas basadas en la capacidad de reacción, adaptación y flexibilidad se hacen cada vez más imprescindibles", explica Vico.
Entre las compañías que han solicitado los servicios de de Survival Extreme hay de todos los ámbitos, pero el sector de la consultoría es el que más habituado está a hacerlo. Las actividades de los cursos Management Xtreme se hacen como trajes a medida teniendo en cuenta la empresa y sus necesidades pero todos siguiendo la filosofía PAREPIA: Para, Respira, Piensa, Actúa.
Según Vico, uno de los principales problemas que se sufren en el sector laboral y directivo es la inercia: "En un porcentaje alto no piensas en lo que haces, se hace por inercia. Y esas inercias no son lo más eficiente". Por ello, uno de los objetivos de las situaciones de supervivencia que plantea Management Xtreme es romper esa inercia y comenzar a pensar y respirar.
La otra de las disciplinas que busca entrenar este tipo de cursos de impacto es aprender a gestionar el estrés y las situaciones límite. Aunque en ocasiones el estrés puede ayudar a realizar tareas, Carlos Vico cree que en un porcentaje muy alto elevado las decisiones que se toman o las acciones que se emprenden en situaciones así son erróneas porque se toman desde un punto de vista muy instintivo y llevan generalmente a cuatro estrategias de salida: agresión, huida, parálisis y sumisión.
El fundador de Survivial Extreme pone como ejemplo las veces que después de una discusión con un jefe siempre surgen los buenos contraargumentos. Y esto de debe a que el estrés o el pánico anula el acceso a la imaginación y la creatividad. Las situaciones límite a las que se enfrentan los clientes de esta compañía sirven para "no entrar en pánico y estar siempre en calma". Por ello, la capacidad de supervivencia es más mental que física, motivo por el que "las mujeres son mejores supervivientes que los hombres, más dependientes de los físico", explica Vico.
Volviendo al comienzo y al empresario millonario, -del que Vico no quiso revelar su identidad-, la única salida de ofrecer todo su dinero por un poco de agua le hizo ver el bucle en el que estaba y la falta de recursos que tenía. El fundador de Survivial Extreme cuenta a este medio que este empresario tras su curso de supervivencia individual aprendió a gestionarse mejor a sí mismo, a no trabajar tantas horas y sobre todo a saber de nuevo quién era y qué quería.