Todo el que piense en vajillas artesanas, centenarias y con muchísima historia seguro que se acuerda de La Cartuja de Sevilla. Se trata de una de las empresas referentes en un sector, que históricamente se ha relacionado con la alta sociedad, la nobleza y la realeza.
El sector cerámico español tiene un referente indiscutible. Se trata de la empresa de vajillas La Cartuja de Sevilla, que en el siglo XIX supo cómo competir con las marcas de cerámica más emblemáticas del mundo. Sus vajillas de loza son casi una institución en sí mismas y no hay persona de la alta sociedad española que no tenga una de sus centenarias vajillas en sus vitrinas.
La empresa fue fundada a mitad del siglo XIX por el Marqués de Pickman, quien apostó por la artesanía más pura para crear cada una de las piezas que forman estas lujosas vajillas, que son pequeñas oras de arte.
Las vajillas suelen estar formadas por numerosas pizas, tanto de uso cotidiano como otras más especiales, pensadas para ocasiones únicas. El proceso de fabricación es completamente artesanal, siguiendo lo aprendido hace más de 150 años. Debido a esto cada plato, bandeja o fuente de La Cartuja de Sevilla es exclusivo e irrepetible. Sus singulares grabados han sido creados a mano por los maestros artesanos más profesionales.
Los platos están firmados en la parte de atrás y algunas de las vajillas actuales son versiones reinventadas de aquellas piezas antiguas que se diseñaron hace más de 100 años. La Cartuja de Sevilla formó parte de los proveedores de la Casa Real española a finales del siglo XIX. Además, estos platos de lujo han vestido las mesas de todos los integrantes de la jet set de nuestro país. Hoy en día, algunas de sus vajillas completas pueden alcanzar cifras superiores a los 1000 euros.
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