Desde del pasado 16 de agosto hasta el próximo 17 de septiembre, más de 1000 pasajeros y 700 tripulantes recorren la ruta del Paso del Noroeste en crucero de lujo por primera vez. Entre 22.000 y 120.000 dólares han costado los billetes.
El Paso del Noroeste es la ruta marítima que bordea el continente americano por el norte. Este itinerario sale del océano Atlántico, atraviesa el océano Ártico cruza el estrecho de Bering y alcanza el océano Pacífico. Esta ruta discurre también por las grandes islas árticas, por Groenlandia y por el estrecho de Davis.
El crucero de lujo 'Crystal Serenity', de la compañía Crystal Cruises, es el primer gran buque turístico que está realizando este viaje. La embarcación partió el pasado 16 de agosto de Alaska y llegará el próximo 17 de septiembre a Nueva York. La compañía de viajes ha aprovechado esta poca del año donde el deshielo es mayor. No obstante, la temperatura media que se espera para el recorrido es de 7 grados centígrados y la ruta recorrerá unos 13.000 kilómetros.
El 'Crystal Serenity' es una embarcación de 13 pisos que cuenta con opciones de ocio como piscinas climatizadas exteriores, un spa, un área de restaurantes y tiendas, y de un gimnasio. También, el viaje incluye vuelos en helicópteros sobre los glaciares o el avistamiento de osos polares y resto de la fauna ártica.
Este primigenio crucero ha sido objeto de críticas por parte de ecologistas y ONGs. Un representante de la organización medioambiental WWF, Rod Downie, ha comentado que el peligro es que esta ruta se convierta en habitual, pues "la fauna silvestre ya está estrenada por el calentamiento del clima y la pérdida de hielo marino, pero la llegada de megacruceros a esta parte del mundo podría empujarlos al abismo".
Por su parte, los responsables de Serenity se han comprometido al máximo con el respeto al entorno. Sin embargo, los ecologistas entienden que el peligro no es el paso del Serenity sino el paso de otros muchos cruceros en el futuro: "Un único crucero probablemente no causará problemas, pero le seguirán más. Mi pregunta es si quienes han autorizado el viaje han examinado el impacto de todos los futuros cruceros?, ha confesado Michael Byers, profesor de la Universidad de la Columbia Británica. Lo cierto, Crystal Cruises ya planea otro viaje para el verano del 2017.
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