Uno de los lugares por excelencia para hacer turismo es Venecia. Los millones de turistas que recibe al año han hecho de ella una de las ciudades más deseadas.
Un sitio diferente, donde, vayas cuando vayas encontrarás miles de turistas paseando por sus pequeñas calles, navegando por los canales en góndola, visitando la Plaza de San Marcos, o charlando con sus gentes. Pero Venecia posee rincones casi ocultos que merecen la pena descubrir.
Además del puente Rialto, la Basílica de San Marcos o el Palacio Ducal, Venecia posee 118 pequeñas islas unidas entre sí por 455 puentes, si incluimos las islas de Murano y Burano. Precisamente Burano es uno de los destinos destacados ya que sus casas poseen una variedad de colores que dibujan la ciudad de una manera diferente. Allí se encuentra la Iglesia de San Martín, que alberga la Crucifixión' de Tiepolo, otro de los grandes atractivos. Su principal sustento es la pesca, pero también el turismo ya que al ser una zona tan transitada está plagada de restaurantes y tiendas de souvenirs para los turistas.
En el extremo septentrional de la Laguna de Venecia se encuentra la Isla de Trocello. Es una de las zonas habitadas más antiguas. En la actualidad, sólo unas 20 personas la habitan, pero en sus orígenes los saladores y las salinas lo convirtieron en una zona económicamente rica en la que se desarrolló mucha actividad gracias a la actividad portuaria. El mayor atractivo turístico se lo lleva la catedral de la Asunción. Puede ser por su belleza, su tranquilidad o por la gente que allí vivía que fue el lugar elegido por escritores y artistas para hacer de él un sitio mágico para sus obras.