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Más allá del champagne: Cuvée Alexandra Rosé 2004

Una cuvée única, situada entre los mejores vinos de el mundo, que este año reaparece de nuevo con su desbordante personalidad.

Esta es la historia de un champagne especial y diferente. No sólo por la excepcional categoría de esta nueva Cuvée Alexandra, sino por el espíritu transgresor e independiente que demostró su creador, Bernard de Nonancourt (1920- 2010).

Nonancourt supuso un antes y un después, no sólo en la bodega que le habían legado sus predecesores, sino en toda esta prestigiosa comarca vinícola. Él fue el gran impulsor de los champagnes rosados, durante años menospreciados a favor de los "blancos"; también fue él quien propuso degustar el champagne en el aperitivo, cuando siempre fue una bebida relegada a los postres. Asimismo, sería el ideólogo de los tres imprescindibles en un champagne de la maison Laurent- Perrier: elegancia, frescor y estructura.

Un bodeguero de élite que siempre se distinguió por un savoir faire e independencia de espíritu, lo que le llevó a abrir nuevos caminos. Otra de sus más importantes aportaciones fue la creación de esta soberbia cuvée, de limitadísima edición, y que sólo puede salir al mercado en ocasiones muy especiales, cuando las condiciones climáticas son las idóneas.

Con sello único

 Una especie de juego de constelaciones que no siempre se produce y, hasta el momento, sólo ha dado seis cosechas: 1982, 1985, 1988, 1990, 1997 y 1998. La séptima fue el 2004. Hasta 2013 se tuvo que esperar para disfrutar de este último Cuvée Alexandra, llamado así por el nombre de una de sus dos hijas, casada la fecha de lanzamiento de la primera añada.

No es rara tanta demora. Además de basarse siempre en millesimes (uvas de una misma cosecha calificada "excelente"), en este caso Nonancourt fue más allá para elaborar un vino en el que la pinot noir y la chardonnay maceraran conjuntamente : único, raro y original. La condición indispensable es que la madurez plena se alcance conjuntamente en la viña, un fenómeno muy puntual que sólo se da en años sumamente extraordinarios.

Como primer paso, la elección de las parcelas y selección de las uvas son cruciales, como lo es encontrar la proporción justa de las dos variedades: en este 2004, un 80% de pinot noir y un 20% de chardonnay. La sabiduría e intuición del jefe de bodega, Michel Fauconnet, resulta esencial.

El envejecimiento se prolongó durante ocho años, los necesarios para alcanzar su plenitud. Después de tantos desvelos, llega el momento del descorche. Ante todo, en el Cuvée Alexandra Rosé llama la atención esos asombrosos tonos ambarinos y anaranjados, insólitos en un champagne rosado. En nariz, cítricos y frutas rojas junto a tonos golosos, para desplegar en boca una gran estructura, tonos minerales y gran complejidad. Por primera vez en su historia, este vino excepcional está disponible en formato magnum. Un champagne muy especial que sigue abriendo caminos y atento a esa máxima de Bernard de Nonancourt, "nada se improvisa. Y menos el vino".

CUVÉE ALEXANDRA ROSÉ 2004. Maison Laurent- Perrier. PVP: 288 euros; Magnum, 750 euros. www.laurent-perrier.com

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