Hay rosados de alta costura, incluso de guarda, que mezclan la elegancia provenzal con la frescura y la identidad del terroir y que son perfectos para beber en verano. Rosados, en definitiva, por los que merece la pena pagar un poco más.
El rosado está de moda. Con el boom del estilo provenzal, cada vez son más las bodegas que se apuntan a adaptar "el vino más difícil de elaborar" a los gustos de un consumidor viajado y exigente. Son rosados serios, complejos, que se alejen del tradicional color brillante y del sabor a golosina para mostrar una mayor calidad. Rosados que dan protagonismo a la personalidad de las uvas, a la vinificación e incluso a la crianza en barrica.
Viñedos
En la última década, el rosado se ha puesto a la cabeza de las tendencias más potentes del mercado, y es un must en los ambientes más chic de la Costa Azul francesa, los Hamptons de Nueva York, Miami e Ibiza, donde tomarlo con un cubito de hielo no es herejía sino tendencia. Existen grandes vinos rosados premiados internacionalmente, como el legendario Domaines Ott, considerado uno de los mejores del mundo, o la alta gama de Chateau d'Esclans, presente siempre en las cartas de los restaurantes más glamurosos.

El milenario rosado provenzal, originario de la región de la Provenza al sureste de Francia, en el límite entre Italia y el Mediterráneo, ha hecho evolucionar los claretes españoles hacia un perfil de vino más elegante y sofisticado, capaz de complacer a todo tipo de paladares por su carácter refrescante, afrutado y aromático, que refleja la riqueza del terroir. La clave de su exquisitez radica en una acidez punzante, contrarrestada con sutiles toques de bayas rojas agrias y cítricos. Y esa parece ser la tendencia para los próximos años. El mundo del vino camina hacia rosados ligeros, frutales y frescos que nos recuerdan a determinados vinos blancos, no sólo por su color pálido sino por su estructura en boca. Una categoría de vino cada vez más cuidada y valorada, en Francia y en todo el mundo.
Viñedos
El rosado no es un vino menor. Los viñadores coinciden en que elaborarlo es un trabajo casi alquímico que requiere de una sutileza y un mimo extraordinario para dar lugar a vinos sutiles y elegantes. Vinos para todo el mundo y para cualquier ocasión, esta es la clave de su éxito. El rosado es el vino de una noche de verano, del aperitivo, la media tarde y la sobremesa después de la cena. No pide comida, pero su frescura le permite armonizar con una amplia variedad de platos. Un vino moderno, accesible, poco tradicional, sin complicaciones igualmente embriagador, que se bebe en entornos similares a los del champán porque pocos vinos aportan mayor placer. Ya lo dicen los franceses: el rosado es el vino de la libertad.

Château d'Esclans Garrus
Considerado el vino más top de Château d'Esclans, Garrus se elabora con las uvas de un único viñedo de cepas centenarias de garnacha y vermentino en la región de la Provenza. Poderoso y elegante, responde al sueño de Sacha Lichine de elaborar un rosado capaz de conquistar el mundo. Su concentración, sus ricas notas especiadas y su final cremoso le plantan cara a cualquier blanco de alta calidad e incluso a algún que otro champán de prestigio.

Miraval Côtes de Provence Rosé
Se trata de uno de los rosados de Côtes de Provence más vendidos de Francia, el niño mimado de Château Miraval, bodega propiedad del actor Brad Pitt en asociación con la prestigiosa familia Perrin, dueña de Château Beaucastel en el Ródano. Elaborado a partir de delicadas uvas de cinsault, garnacha, rolle y syrah, esta última vinificada por el método de sangrado, procedentes de viñas ubicadas en el pueblo de Correns, Miraval Rosé conquista por su perfil elegante, refinado y sutil.

Le Rosé de Antídoto
Bernard Sourdais decidió que Soria era un lugar idóneo para recoger la tradición del clarete de la Ribera del Duero y actualizar el legado para conseguir el mejor rosado español. Le Rosé es el resultado de esta visión. Un vino concebido desde el mismo viñedo, en la parcela Carresoto en Miño de San Esteban, a partir de tempranillo y albillo procedentes de las viñas prefiloxe?ricas de este "grand cru" situado a 950 metros de altitud y con un terroir que no tiene nada que envidiar al Champagne, Borgon?a o Valle del Loira.

Domaines Ott Château de Selle Coeur de Grain Rosé
Con una tradición milenaria a sus espaldas, los rosados provenzales de Domaines Ott están considerados como los mejores del mundo. Château de Selle Coeur de Grain Rosé es un vino elaborado con cabernet sauvignon, garnacha, cinsault y syrah procedente de viñedos de 20 años, y sigue la filosofía de la casa: máximo respeto a la naturaleza para conseguir una uva de gran calidad. La crianza en barricas de 6 a 9 meses le aporta amplitud, redondez y un paso aterciopelado en boca.

Viña Tondonia Gran Reserva Rosado
El único Rosado Gran Reserva elaborado dentro de la D.O.Ca Rioja es un vino complejo y gastronómico que solo se elabora en añadas excepcionales y que suele quedarse sin existencias nada más salir al mercado debido a la legión de seguidores y coleccionistas que lo demandan en los últimos años. Un rosado muy diferente a todos los de la región, debido tanto a su coupage de garnacha, graciano, mazuelo y tempranillo, como a su largo paso por madera, que le aporta un volumen y una intensidad fuera de lo común.

Gérard Bertrand Clos du Temple
Mejor rosado del mundo 2020 en el Global Rosé Masters of Drinks Business, este vino orgánico certificado por Demeter extrae su carácter único de sus orígenes geológicos: el terruño histórico de Cabrières, en el Languedoc, cuna de los vinos rosados. Se elabora a partir de la mezcla de cuatro variedades rosadas, syrah, grenache, cinsault, viognier y mourvedre, y pasa 6 meses en barrica nueva de roble francés. En boca muestra mucha amplitud y un equilibrio perfecto entre frescura y mineralidad.
