Poder admirar el arte de Peter Halley (Nueva York, 1953) es un lujo que hay que disfrutar. El artista estadounidense aterriza en España una vez más, y lo hace en el nuevo espacio CAC López de la Serna, en Madrid. Esta sala ha decidido contar con las formas geométricas y los colores de este genio como elemento inaugural de esta nueva etapa como centro de arte contemporáneo. Halley ya ha estado otras veces en España, en concreto en la Galería Senda de Barcelona. Además, el museo Reina Sofía hizo un estudio de su trabajo en 1993. Esto sirve para hacerse una idea de la magnitud del pintor que estará expuesto en este emblemático espacio de La Florida hasta el mes de julio.
La muestra llega al CAC López de la Serna bajo el título The Early Paintings y resulta una cuidada selección de pinturas de la segunda mitad de los años 80, un período fundamental en la trayectoria del artista neoyorquino ya que fue su etapa de formación. En concreto, en 1980 regresó a Nueva York tras pasar por prestigiosas instituciones académicas y se queda impactado por el papel funcional de la geometría de esa gran metrópoli.
El propio artista cuenta a Status que en ese tiempo su trabajo se ha basado "en una crítica, o más bien un comentario, sobre el modernismo". Halley dice que el Modernismo del siglo XX estaba basado en ideas utópicas y aspiraciones a la espiritualidad y asegura tanto él y otros miembros de su generación en el arte, la arquitectura, la música e incluso la literatura "encontramos que era imposible creer en estos ideales por más tiempo". En su caso en concreto, su modo principal de crítica ha sido a través de la parodia: "Creo en el humor como una fuerza potente en la creatividad", dice el artista.

La obra de Halley se caracteriza por la intensidad cromática y la utilización del lenguaje de la abstracción geométrica con un fuerte componente figurativo. En toda la muestra del CAC López de la Serna, el uso de los colores intensos con formas geométricas traslada al espectador a un estado de calma y orden, pero con una sensación de caos al mismo tiempo. Halley cuenta que ese es, precisamente, su objetivo: "Siempre he esperado que mi trabajo pudiera alcanzar una tensión entre el orden y el caos, que las pinturas pudieran atraer y repeler al mismo tiempo".

Halley explica que lo que quiere con su obra es "establecer una conexión entre la abstracción geométrica y el mundo en el que vivimos". En concreto se refiere al mundo digital y de las nuevas tecnologías que "es el mundo de la abstracción geométrica", recalca. Además, la idea de su workplace está basada en la idea de que la forma en la que vivimos hoy "se caracteriza por el aislamiento físico" pero a la vez estamos conectados a través de la tecnología (Internet, redes sociales etc.).
El artista es muy crítico con la sociedad actual y tiene un concepto de la ciudad como "una máquina geométrica", una red tridimensional donde la uniformidad y la estandarización de la arquitectura permite el control sistematizado del ser humano. Peter Halley asegura que tanto el sector de la tecnología como la propia economía "crean estos canales de comunicación que no elegimos pero no podemos escapar, tampoco". Por tanto, la exposición que presenta en Madrid hace un diagrama de toda esta ideología "creando imágenes geométricas de prisiones y celdas que están conectadas por conductos lineales".
A esto se suma el uso de pigmento acrílico fluorescente, una técnica que comenzó a usar impactado por la serie Morocco (1964-65) de Frank Stella. El objetivo de esta modalidad cromática es "hacer pinturas que crean luz", explica. Pero su interés no está en la luz natural, si no al contrario, está en esa luz artificial de la era digital. "Uno suele pensar en la luz como una fuerza divina o sublime. Pero hoy en día la tecnología, y la luz que crea, tiene el mismo tipo de abrumador poder sublime en nuestras vidas", argumenta el neoyorkino.
Peter Halley cuenta, también, que además de Frank Setella ha aprendido mucho sobre el uso del color a través de Picasso: "es el artista del que más he aprendido sobre color". Dice que rara vez se considera al artista malagueño como "un colorista" porque su color rara vez es armonioso o agradable. Pero en su lugar "crea yuxtaposiciones abrasadoras de color, especialmente en su trabajo de la década de 1930. Algunos de los colores que emplea son casi psicodélicos".
Jimena López de la Serna, directora del CAC López de la Serna

La encargada de traer a Peter Halley a Madrid es Jimena López de la Serna. Esta experta en arte, que ha comisariado exposiciones en todo el mundo, asegura que lleva siguiendo la trayectoria del artista "desde que tengo uso de razón" y ha visitado tanto su taller en Nueva York que "acabamos teniendo ya una relación personal". Pero el motivo por el que Halley está aquí inaugurando esta nueva etapa del CAC López de la Serna tiene su explicación: "Mi padre inauguró con Halley en 1996, de hecho fue de las primeras galerías que expuso al artista norteamericano en Españas, pensé que tendría sentido abrir con él este nuevo Centro de Arte Contemporáneo".
La comisaria dice que su pieza favorita es Prision (1985). "Se trata de la pieza central en la exposición aunque no destaque por sus dimensiones. En ella están concentradas todas las características del estilo de Halley".