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Nómadas digitales: trabajar sin parar de viajar

  • Varios países europeos están lanzando visados específicos para atraer profesionales de talento
Villas River Block, de la cadena Banyan Tree, en Bali.

La vuelta al trabajo se ve muy diferente desde un despacho en una playa tropical. En una isla, en una cabaña en la montaña. El trabajo remoto se abre paso como un estilo de vida exclusivo y minoritario, pero emergente.

El teletrabajo en España llega a su fin. Septiembre marca la vuelta al trabajo presencial, aunque el Real Decreto que lo regula desde hace un año mantiene la posibilidad de seguir aplicándolo hasta que las autoridades sanitarias no decreten el fin de la pandemia. Pero más allá de la necesidad sobrevenida de trabajar desde casa, el trabajo remoto se abre paso como un estilo de vida propio, minoritario y cada vez más exclusivo.

Conceptos como workation o nómadas digitales salen reforzados tras la pandemia. No consisten en unas meras vacaciones en las que hay que seguir trabajando, sino en mantener un estilo de vida propio de unas vacaciones durante el periodo laboral habitual, incluso durante todo el año. Trabajar sin parar de viajar, viajar sin dejar de trabajar.

Aunque el término "nómada digital" fue acuñado hace más de dos décadas para definir un modo de vida emergente entre los nativos digitales y los trabajadores con habilidades tecnológicas, ha trascendido ese perfil. Ahora se suman perfiles ejecutivos que deciden trabajar de forma remota desde cualquier parte del mundo en periodos prolongados. Tiene ventajas, como desconectar, relajarse y recargar las pilas en un entorno más estimulante. La experiencia, inspiradora y productiva, influye muy positivamente en el trabajo.

Profesionales itinerantes

La fórmula resulta más fácil que nunca gracias a la proliferación de plataformas y empresas de viajes especializadas que han encontrado un nicho en esta modalidad, como Remote Year, que oferta programas de viajes que permiten "vivir, trabajar y crecer en los lugares más inspiradores del planeta, aportando su logística de agencia de viajes especializada y proporcionando una base para que cumplan con su desempeño profesional mientras conocen el mundo. Ofrecen una variedad de programas inmersivos de un mes a un año, Remote Year, en diferentes destinos, con precios que oscilan entre los 2.000 y los 4.000 dólares mensuales.

También Unsettled, Hacker Paradise e Inspirato planifican los destinos en casas de lujo, hoteles o en experiencias boutique únicas y a medida a cambio de suscripciones mensuales que oscilan entre los 600 y 2.500 euros mensuales. Entre sus alojamientos, resorts de lujo como Wymara Resort and Villas, en las Antillas Británicas.

Incluso Airbnb ha puesto en marcha un programa de planes de viaje flexibles para vivir y trabajar, 'Vive donde quieras con Airbnb', además de disponer de una red específica de alojamientos para teletrabajo en destinos urbanos, pero también en lugares remotos en los que no falta una excelente conexión a internet.

Vakkaru Maldives proporciona una exclusiva "oficina tropical" en su paquete Work Well.

Visas para atraer talento

Varios países europeos están lanzando visados específicos para nómadas digitales de países extranjeros, con el objetivo de atraer profesionales, en forma de talento e impulso económico. El primero, Alemania, con dos modalidades: para artistas y para profesionales. Países como Croacia incluso han diseñado programas específicos para atraer a trabajadores remotos que incluyen exención de impuestos. También fuera de Europa. Una de las últimas incorporaciones, las Islas Bermudas, otorga visados desde julio para hacer "home office" desde un resort, una villa o en una isla privada, que se han puesto a ofrecer alquileres residenciales mensuales.

La tendencia ha generado un nicho que no para de crecer en la industria hotelera. Ya hay establecimientos hoteleros específicos, como la cadena holandesa Citizen M o la estadounidense Freehand. Y cada vez más hoteles de lujo, que están diseñando programas de alojamiento que trascienden las vacaciones convencionales, especialmente en destinos asiáticos. No es casualidad. Según un estudio realizado por Clubmed, compañía especializada en viajes corporativos, sobre los destinos favoritos de los trabajadores remotos, países como Tailandia, Sri Lanka, Singapur, Camboya, Maldivas, Indonesia y Malasia ocupan los primeros puestos.

Banyan Tree ha puesto en marcha el programa 'Habitat', para estancias de hasta doce meses, con alojamiento en hoteles y villas de lujo en todo el mundo, pero sobre todo en Bali, Tailandia e Indonesia. El 'Workation Package' de The Nautilus Maldivas ofrece el centro de trabajo perfecto en una isla privada con todas las comodidades de una oficina de lujo: escritorio ubicado en la playa con vistas al mar, conexión a internet de alta velocidad, equipo de tecnología de última generación y asistente personal, desde 23.250 dólares por siete noches.

Otra opción, el intercambio de viviendas (excepcionales, estimulantes) en todo el mundo, como la plataforma Behomm, para una comunidad de propietarios formada por profesionales –y amantes– del ámbito del diseño y creativos en general a la que se accede por rigurosa invitación.

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Comentarios 1

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Yo sinceramente preferiría viajar, sin parar para trabajar....Que es mucho mejor.

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