La historia de Yves Henri Donat Mathieu-Saint-Laurent, más conocido como Yves Saint Laurent (Orán, Argelia, 1936-París, Francia, 2008), es la historia de un hombre que cambió la idea de la feminidad y uno de los principales impulsores del resurgimiento de la alta costura.
Yves Saint Laurent nació en Orán, una ciudad ubicada al noroeste de Argelia que, por entonces, era colonia Francesa. Su familia era una de las más adineradas de la zona, con un padre descendiente de un barón francés y presidente de una compañía de seguros y varias salas de cine. Desde niño, el diseñador dejó clara su pasión por la moda, pues era un fiel lector de la revista Vogue y confeccionaba vestidos para su madre y sus hermanas. Unas aficiones inusuales en aquella época para un chico de su edad que le hicieron sufrir acoso escolar durante varios años.

Con 14 años, Yves participó en un concurso organizado por el Secretariado Internacional de la Lana y mandó tres de sus diseños a París, logrando la tercera posición del certamen. Tras esto, el modisto comenzó sus estudios en la Chambre Syndicale de la Couture de París, tras seguir las recomendaciones de Michel de Brunhoff, redactor jefe de Vogue, quien había quedado sorprendido con los diseños del joven.
Así, con 18 años y tras varios cursos de formación, sus diseños llegaban a las manos de Christian Dior -gracias a uno de los responsables de Vogue-, y fue contratado de forma casi inmediata en la maison francesa como ayudante. En 1957, cuando Dior anuncia su jubilación, elige a Yves Saint Laurent como su sucesor en el cargo de responsable de la casa de moda de alta costura. Una decisión que sorprendió hasta el mismo Yves, que se convertía con 21 años en el modista más joven de la alta costura francesa.

La primera colección dentro de la maison la lanzó en 1958 y cosechó un gran éxito, ya que continuó con el estilo New Look impulsado por Dior. Sin embargo, las siguientes líneas no tuvieron tan buena aceptación por parte de la crítica, y en 1960, su carrera era interrumpida al tener que cumplir con el servicio militar francés. Unos años muy complicados para el diseñador, ya que tuvo problemas psicológicos y recibió agresivas terapias.

Al volver a París en 1960, Yves había sido sustituido como jefe de diseño de la casa Dior por Marc Bohan. El modisto denunció a la maison francesa por daños morales con la ayuda de su amigo Pierre Bergé, y con la indemnización recibida de este asunto, Yves abría su primera firma de costura en 1962. Durante los años siguientes, la firma de Yves Saint Laurent se hacía un importante hueco en el mundo de la alta costura, convirtiéndose en uno de los principales diseñadores de mediados del siglo XX. Entre sus innovaciones, destacaron la creación del primer esmoquin femenino, las transparencias y las colecciones inspiradas en grandes artistas del siglo XX, como sus vestidos Mondrian o pop-Art. El año 71 también marcó un antes y un después en la historia de la firma, cuando Yves consolidó el blazer y el traje de chaqueta a rayas.

El modisto argelino consiguió liderar los años sesenta y setenta a golpe de innovación, pues en sus colecciones siempre estaba latente la intención de liberar a la mujer de anticuadas tendencias y de equiparar su vestuario al de hombre. Un concepto que siguió mejorando y puliendo durante los años ochenta.
Además, el diseñador destacó a lo largo de su carrera por su gran vinculación con el arte, pues también creó vestuario para teatro, ballet y cine, colaborando con creadores de la talla de Luis Buñuel o François Truffaut.
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