
Madrid
No existe demasiada tradición en nuestro país por los relojes de mesa, piezas de coleccionista (que funcionan casi como una escultura o una obra-joya) que destacan por su originalidad, su complicación técnica y su exclusividad.
Para la creación de este modelo en concreto, tenemos por un lado a la firma MB&F (Max Büsser & Friends), exquisita manufactura de relojes de pulsera; y por el otro, a L'Epée 1839, una compañía fundada en 1839 que, originalmente, estaba especializada en la fabricación artesanal de cajas de música.
Ambas marcas ya se unieron hace más de un lustro para lanzar el Starfleet Machine, un reloj de mesa con forma de nave espacial. Ahora vuelven a reunirse para presentar la Starfleet Explorer, otra 'escultura' relojera con aspecto intergaláctico que parece salir de alguna escena de Gravity, 2001: Odisea del Espacio o una película de Christopher Nolan.

El diseño es compacto, realizado en acero, tan sólo decorado con unos brillantes toques de color (existen tres versiones disponibles en azul, rojo o verde) y representa a una pequeña flota de tres 'cohetes' que tiene como misión explorar el universo.
Además de la espectacularidad de su diseño (y de su exclusividad, sólo existen 99 unidades disponibles), la pieza posee un movimiento muy trabajado y visible, con reserva de marcha de 8 días. Además, se le puede dar cuerda a mano con una llave, tanto para poner el reloj en hora como para armar su movimiento.

Los 3 'cohetes' se encuentran alineados en el mismo eje, con un intervalo regular, y giran suavemente (casi gravitando) alrededor del mecanismo del reloj, completando una vuelta completa cada cinco minutos. De este modo, la pieza adquiere una perspectiva diferente, para quien lo contempla, a cada segundo que pasa.
El movimiento del reloj ha sido colocado en posición horizontal mientras el escape está en vertical, los componentes son de latón con tratamiento de paladio o estaño inoxidable (excepto los 11 rubíes) y todos han sido diseñados y fabricados en el taller suizo L'Epée 1839.
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