De la aceituna no solo se extrae su jugo, para hacer uno de los bienes más preciados de España. Su hueso también es útil. Actualmente, se utiliza mayoritariamente como combustible natural, sin embargo, han surgido otras originales y creativas maneras de aprovechar este deshecho en los últimos años.
Combustible natural
El hueso de aceituna es utilizado mayoritariamente como biocombustible. En concreto, según cifró la Asociación Española de Valorización Energética de la Biomasa en 2018, se utiliza como calefacción en más de 100.000 hogares, principalmente en Madrid, Andalucía, Castilla-La Mancha y Extremadura. También en un "significativo número" de granjas avícolas y de porcino, sobre todo en Andalucía y Cataluña, así como en industrias del sector alimentario y edificios de uso colectivo.
Lo cierto, en España, con más de 2,6 millones de hectáreas de cultivo del olivar, se producen 6,2 millones de toneladas de aceitunas al año que aportan 420.000 toneladas de hueso, de las que se comercializan 323.500 toneladas. Las restantes se consume en las almazaras y extractoras como fuente de calor para sus procesos.
Por su parte, la comercialización del hueso de aceituna como biocombustible genera un negocio de 50,7 millones de euros anuales. Una gran parte de la producción se vende a granel (283.500 toneladas), a un precio medio de 159 euros por tonelada. De estas, cerca de 20.000 toneladas se comercializa en sacos de 15, 18, 20 y 25 kilogramos, así como en 'big bags' (190 euros por tonelada) para uso doméstico en entornos urbanos, mientras que otras 20.000 toneladas se destinan a la exportación (95 euros por tonelada).
Desde el punto de vista energético, las 420.000 toneladas de producción media anual de hueso de aceituna, para unos valores de humedad menores del 12 por ciento y un poder calorífico inferior (PCI) de 4,48 kilovatio hora por kilogramo (0,386 tep/tm), se estima que podrían generar 1.880,6 gigavatio hora al año (162.120 tep), lo que supone el 0,13 por ciento del consumo total de energía primaria de España.
Material de recubrimiento

Francisco Arjona -arquitecto técnico y gran conocedor de la producción oleícola- y Juan Cabello -carpintero-, son los inventores de Paninos, un material para el recubrimiento de superficies a partir del hueso de la aceituna. En concreto, su material es un acabado decorativo hecho de hueso de aceituna triturado y harina de hueso de aceituna sobre una base preferentemente de fibras de madera (HDF o MDF con certificado PEFC) o cualquier otro material (metal). Se puede utilizar en muebles de salón, cocinas, baños, dormitorios, en puertas, techos, suelos, paredes o elementos de decoración del hogar. Es un procedimiento patentado
Plástico biodegradable

Naifactory, estudio creativo nacido en 2008, propone el material Reolivar, su primer Biocomposite: "Una nueva línea de materiales circulares que utilizan como base el hueso de oliva, un subproducto muy abundante cuyo uso actual es básicamente la quema para biomasa, y para el qué hemos creado un proceso de recuperación como materia prima", explica el estudio en su página web.
Naifactory cuenta que este tipo de material es moldeable, mecanizable, compostable y que puede reutilizarse volviéndolos a derretir sin dejar residuos en el proceso. Así, se puede utilizar para hacer packaging de diseño, objetos de decoración o mobiliario. Sin embargo, el estudio propone que se hagan juguetes, un producto que suelen ser en su mayoría de plástico y que suelen tener una vida útil muy corta, es decir, una fuente de contaminación.
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