Llevamos semanas asistiendo en los medios de comunicación a numerosas informaciones sobre cómo la actual crisis del Covid-19 está cambiando la vida de millones de personas. Habitualmente son noticias que apuntan a situaciones dramáticas, con la destrucción de empleo y cierre de empresas. En las antípodas de esa situación, la pandemia también está inspirando cambios en las vidas de las personas más adineradas.
El banco suizo UBS, el principal gestor patrimonial del planeta, ha llevado a cabo una encuesta entre 3.750 empresarios europeos de 15 países, todos ellos con entre 250.000 y 1 millón de dólares en activos financieros, y ha concluido que cerca de la mitad de las grandes fortunas de la UE podría estar planteándose trasladar de manera permanente su residencia habitual de la ciudad al campo. En concreto, apunta el informe: "el 46% podría abandonar las ciudades por áreas menos pobladas".
De hecho, las casas de campo en el Reino Unido por encima de los cinco millones de libras han experimentado el mayor crecimiento de precios del mercado inmobiliario en los últimos meses, disparándose un 1,2 por ciento su valor en el segundo trimestre del año.
Esa "migración rural" es una de las consecuencias del hecho de que estos empresarios e inversores y sus familias estén buscando dar un giro a sus vidas. En concreto, según los resultados de esta Investors Watch, alrededor de tres cuartas partes de los dueños de esas grandes fortunas están decididos a hacer cambios importantes en sus vidas, empezando por reducir los viajes de negocios y el tiempo que pasan en la oficina. Cuatro de cada diez consultados reconoce haber tomado conciencia de las cosas realmente importantes durante estos meses de confinamiento, y quiere poder pasar más tiempo con la familia.
Si bien por un lado la salud es la principal preocupación de los encuestados (el 88%), la segunda cuestión que les quita el sueño es que sus cuentas sean capaces de sobreponerse a un segundo rebrote del virus, con el consiguiente cese de actividad económica, para poder así proteger a sus familias (82%); de hecho, al 54% le preocupa lo que quedará para sus herederos si tienen que seguir echando mano de los ahorros.
Y aunque el estudio de UBS se haya centrado en los ricos europeos, en Estados Unidos parece darse una tendencia similar, donde en zonas exclusivas de Palm Springs y los Hamptons las consultas y ventas de propiedades han llegado a incrementarse hasta en un 50 por ciento. Esta tendencia, a su vez, está suponiendo una segunda línea de negocio para servicios habitualmente localizados en el centro de las grandes ciudades, que ahora ven la posibilidad de atender a sus clientes habituales también en zonas rurales de lujo (como la casa de subastas Sotheby's, que ha abierto sucursal en los Hamptons).
En definitiva, un 75 por ciento de los participantes en este estudio -una cuarta parte de los cuales reconoce haberse visto "muy afectado" por la crisis económica derivada del COVID-19- coincide en apuntar que todo lo que estamos viviendo en este 2020 cambiará irremisiblemente en buena medida su estilo de vida "tradicional".
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