La misma gracia con la que consiguió a los siete años llamar la atención del bailaor Manuel Jiménez Bartolo en una ceremonia familiar, es la que ha hecho que Miguel Fernández Ribas (Badalona, 1996), más conocido como El Yiyo, sea considerado el nuevo Joaquín Cortés del flamenco.
El badalonés, con tan solo 23 años, ha despertado el interés de los nombres más relevantes del arte jondo, así como de las grandes firmas de moda y hasta de la supermodelo Naomi Campbell, que se interesó hace unos meses por su talento.
Ahora, tras haber conquistado los teatros más importantes fuera y dentro del país, ya que con solo 11 años emprendió su primera gira internacional por Taiwán y China, y más tarde en Francia y Portugal, El Yiyo da un paso más en su carrera artística siendo el protagonista de Zincalí, el espectáculo dirigido por Antonio Najarro -exdirector del Ballet Nacional de España- en el Corral de la Morería, que promete alzarse como uno de los mejores del mundo. En este tablao, el artista muestra su manera "racial y elegante" de moverse, y deja ver su sutil formación en danza contemporánea; porque, si algo tiene claro, es que no quiere ponerse límites.
Gracias a su familia y, especialmente, a su padre -a quien tiene muy presente en todos sus discursos-, el bailaor no deja que la fama se le suba a la cabeza y tiene siempre los pies en el suelo. Tanto es así, que lo único que teme es no tener tiempo suficiente para cumplir todos sus sueños pendientes; aunque, de momento, va con muy buen ritmo.
¿Cómo ha sido la experiencia de Zincalí? ¿Y los ensayos con Belén, Inmaculada y Antonio?
A Belén ya la conocía, había trabajado antes con ella, pero con Inma y Antonio ha sido la primera vez. Tenía ganas de trabajar con él y me hacía mucha ilusión, porque es todo un fenómeno. Tengo muchas ganas de que la gente vea el trabajo que hemos hecho, ya que al principio nos costó un poquito, pero al final hemos congeniado muy bien.
En este espectáculo podemos ver cómo se arriesga con nuevos estilos. ¿Tenía ganas de probar otro tipo de danza?
Ante todo soy bailaor flamenco, pero me he formado un poco en danza clásica y contemporánea. Entonces, no es la primera vez que hacía algo así. Hace tiempo, monté un espectáculo propio que se llamaba Trilogía flamenca, donde llevaba cuatro bailarinas de danza contemporánea. En Zincalí podéis verme en diferentes facetas, por lo que es un espectáculo muy especial. Yo bailo siempre siendo flamenco, pero aquí muestro influencias de la danza contemporánea, clásica, etc, y me sirve mucho para aprender y abrir más la mente, porque si mañana quiero hacer algo distinto, con alguien o por mi propia cuenta, tendré más formación.

¿En Zincalí tiene improvisaciones?
En la parte de solea, desde la mitad hasta el final está un poco improvisado, porque me gusta siempre dejarme un espacio para sentirme un poco más libre, que es lo mío.
¿Qué es lo que le gustaría transmitir al público cuando baila?
Me gustaría que vieran que, aunque tenga influencias de otras partes, mi sentir es ortodoxo, pero que soy capaz de meterme en otros estilos y sacarlos adelante. Y que disfruten del espectáculo, eso es lo más importante.
¿Cuáles han sido sus referentes en el mundo de la danza?
Me he criado viendo vídeos de Antonio Canales, Joaquín Cortés, Antonio Gades, Carmen Amaya, Manuela Carrasco... bailaores de la vieja escuela, con los que he tenido la suerte también de compartir escenario. Pude bailar también con El Güito, un pedazo de bailaor que ya está retirado, en la Suma Flamenca de Madrid, que es un festival muy importante, y bailábamos media hora él y media hora yo, y para mí fue todo un privilegio. En definitiva, tengo influencias de todos, porque me fijaba en las luces de uno, el baile de otro, la música de los diferentes bailaores...
¿Su estilo, entonces, es autodidacta?
He tomado algún curso con varios profesionales, pero solo master class de 2 o 3 días. Después, me llevaba toda la información a un estudio donde ensayaba. A las 16.30 horas salía del colegio y me iba directo a ensayar con mi padre, que siempre se venía conmigo. Pero siempre he utilizado Internet para aprender. Desde pequeño, me ponía vídeos en YouTube y los repetía una y otra vez.
¿De dónde cree que le viene ese talento innato? ¿Tiene algún artista en su familia?
Yo soy de etnia gitana y nosotros celebramos todo; bodas, bautizos, cumpleaños y hasta una buena noticia. Tenemos esa gracia y alegría, y todo lo plasmamos y dialogamos a través del cante y del baile. Así somos en nuestro día a día. Entonces, eso siempre me ha marcado mucho. Para mí, el cantar y el bailar es como el que se levanta por la mañana, se ducha y se viste. Empecé a bailar a los siete años, cuando en una boda, el bailaor gitano Manuel Jiménez Bartolo, le dijo a mi padre que había visto algo especial en mí y que le gustaría darme clases para echarme una mano. Y así fue. Empezamos a hacer bolos y él me ayudaba. Más tarde, con 11 años, estuvimos de gira por Taiwán. Además, mi familia y mi alrededor siempre me ha apoyado muchísimo en esto.
Tiene a su padre muy presente en su discurso. Se crió en un barrio muy humilde de Badalona y ahora es una de las figuras del flamenco más reconocidas. ¿Cómo asume este cambio?
Para mí es toda una satisfacción, porque yo me he criado en un barrio humilde donde se respira muchísimo cariño. La gente del barrio siempre me ha apoyado. Me hace gracia cuando los niños pequeños del barrio ponen en Internet mis vídeos. Para mí es una satisfacción y para mi familia es un orgullo verme hoy haciendo lo que me gusta y de una manera profesional.
Firmas como Armani le han elegido para lucir su ropa. ¿Qué cree que hace que las firmas de moda se fijen tanto en usted? ¿Tiene interés en el mundo de la moda?
No es que tenga interés en sí, pero realmente me gusta el mundo de la moda, porque me gusta vestir bien. He bailado en muchas pasarelas, he salido en la portada de Vogue, me ha vestido Armani, hice el anuncio de Citroën también... y yo creo que esto ha pasado de una manera natural, se ha unido un camino con el otro. Aunque yo sea bailaor flamenco, siempre me dicen que tengo un físico muy racial, muy puro, como decimos los gitanos, muy salvaje en el buen sentido de la palabra, e inspiro a las marcas a hacer cosas. Y la verdad que todo lo que sea un buen proyecto y yo me sienta a gusto, lo voy a hacer, porque lo mío es bailar y hacer cosas.
Próximo sueño por cumplir de 'El Yiyo'...
Sueños tengo muchos, tantos, que yo no sé si me va a dar tiempo a cumplirlos todos (bromea), pero de momento tengo muchos proyectos entre manos. Ahora tengo en la cabeza el Corral de la Morería, porque es genial estar en el mejor tablao del mundo y ser el protagonista de esta gran obra. También iré al Teatro Real con mi espectáculo de Contratiempo, que también llevaré a Francia el 10 de abril. Hace poco grabe un videoclip con una artista muy importante para mí, y bueno, estamos con muchas cosas. Como decimos los flamencos, estaremos en cualquier sitio que podamos hacernos un hueco y "liarla".