En un intento por desdibujar lo anteriormente conocido y mostrar a nuevos públicos lo que más les apasiona, Emiliano Suárez y Macarena Bergareche vuelven a trasladar la ópera de los coliseos líricos a un garaje. Esta vez, de la mano de Lucia di Lammermoor, de Gaetano Donizetti.
La pieza podrá verse en una única función el próximo miércoles, 18 de diciembre, en Jorge Juan, 137, una antigua carpintería reconvertida en un garaje. Esta producción propone descubrir la magistral obra Donizetti desde un punto de vista inédito y contemporáneo, en donde las texturas del espacio serán la escenografía adecuada y los acordes del piano, el arpa y la flauta, el más íntimo acompañamiento para los artistas.

Así, con una escenografía cinematográfica underground que supone un antes y un después en su género, la Ópera Garaje contará con un elenco de la talla de Natalia Labourdette (Soprano), Pancho Corujo (Tenor), Manuel Lanza (Barítono), Ruth Terán (Soprano), David Cervera (Bajo) o Emmanuel Faraldo (Tenor). Sus voces irán acompañadas por el piano forte del maestro Ricardo Francia; el arpa de José Antonio Domené, y la flauta de Pilar Constancio.

Tres actos
Acto I
Escena primera: Familia.
Arturo, ex novio de Lucia, entra en el hangar y busca con ansia al desconocido Edgardo, un pintor por el que Lucia le abandonó. Aparece también el padre Raimondo, cura y amigo de la familia. A su lado, Enrico, hermano mayor de Lucia, socio de un prestigioso bufete de abogados y de ideas conservadoras. Raimondo le cuenta a Enrico que sospecha que la pareja de Lucia es Edgardo, un joven artista adicto a la heroína y que utiliza su taller para encontrarse con ella. El cura lleva días siguiendo a la joven por encargo de la familia, y por fin ha encontrado su modus operandi. Cuando se descubre que la sospecha de Arturo es cierta, Enrico confirma el odio que siente por Edgardo y su determinación de finalizar la relación entre él y su hermana. Lo que Enrico aún no sabe es que Lucia además de enamorada, ha entrado en contacto con la heroína. La droga es todavía más poderosa que el amor y Lucia se encuentra en una espiral fatal.
Escena segunda: Reflexión.
Lucia, como cada día después de la universidad, espera a Edgardo en el garaje. El taller a esa hora está cerrado y es allí donde viven con intensidad su cruel historia de amor.
Lucia llega acompañada de su amiga Alisa. Se siente atraída por esa inquietante atmosfera. Lucia y su adicción, proponen sexo a tres y droga sin límites. Alisa, finalmente rechaza la fiesta y advierte a su amiga del riesgo que corre. El sentido común y los prejuicios tiran fuerte de ella, que se aleja en la noche habiendo derrotado al morbo de la fruta prohibida.
Entra Edgardo, pálido y nervioso. Tiene ganas de estar con Lucia pero aún más de consumir. Los protagonistas mantienen una mágica conversación, en donde sueñan con casarse en una isla perdida al otro lado del mundo huyendo de su destino. El mono es insoportable y Edgardo sale en busca de heroína. La droga es el amor de su vida, con ella a su lado, morirá.

Acto II
Escena primera: Renuncia.
Enrico regresa de madrugada en compañía del padre Raimondo y del joven Arturo. La escena es demasiado dura para el chico. Horrorizado, sale en busca de Alisa. Enrico está superado y furioso por la extrema situación de su hermana y ha decidido tomar medidas drásticas. Le ordena volver a casa y retomar la vida familiar. No volverá a ver a Edgardo y le exige que vuelva con Arturo, su anterior pareja. Su amenaza es clara y directa, sino recupera la normalidad, será desheredada y la familia la abandonará a su suerte.
Enrico deja a Lucia en manos de Raimondo, confía en que sea capaz de conducirla por el buen camino. La salvación está en el arrepentimiento y la penitencia en su terrible pecado. Es hora de ser una buena cristiana y rezar para sanarse
Escena segunda: droga.
Arturo llega con Alisa, quiere que hable con Lucia y la ayude a salir del infierno. Lucia actúa extrañamente, está atrapada entre las garras de la dama blanca. Enrico, avergonzado, se tambalea, quizás sea tarde para ayudar a su hermana. Arturo trata de abrazar a su amada, todavía puede haber esperanza, pero ella ya no está. Es una sonámbula en busca de Edgardo. Amarlo significa morir. Edgardo aparece repentinamente y amenaza de muerte a los presentes. Ellos son intrusos en su mundo paralelo, allí dentro encierra su vida y su arte. Ellos no son nadie para ocupar su espacio vital.
Raimondo, en el nombre de dios, trata de contener la agresividad de Edgardo y evita la pelea. A continuación, le muestra la demanda interpuesta por la familia por secuestro y coacción. Edgardo, fuera de sí, maldice a Lucia y su familia, derramando un bote de pintura sobre su lienzo. Era su última creación, y estaba dedicada a Lucia. El genial creador observa cómo Lucia claudica y obligada, se pasa al otro lado de la escena.
Acto III
Escena primera: muerte.
Edgardo resta en su guarida. Lucia ha cambiado de bando. Desolado, quiere permanecer cerca de sus creaciones y morir de una sobredosis. Nada tiene sentido excepto el arte inmortal. Esta vez la heroína le ayudara a no sufrir más. Llega Raimondo para decirle que Lucia ha muerto para él. Permanecerá ingresada en un centro de rehabilitación de manera indefinida hasta que se sane. Culpa a Edgardo de haber arruinado el destino de la joven flauta. Raimondo está exagerando para acelerar la reacción final del pintor. Edgardo, bajo la atenta mirada del padre, se inyecta una dosis letal. En pleno vuelo "on the nod", recuerda con cariño a su amada Lucia. Edgardo expira a los pies del padre Raimondo.
Escena segunda: locura.
Raimondo medita cabizbajo y reflexiona sobre lo ocurrido. Advierte de que es hora de ocuparse de Lucia, su encargo está llegando al final. Es necesario que Lucia vea muerto por sobredosis a Edgardo, forma parte del plan. Entra Lucia, está en éxtasis, la heroína se clava como cristales rotos en su débil cuerpo. A pesar del síndrome de abstinencia, se imagina con Edgardo en la isla desierta. Enrico aparece y amenaza a Lucia, sus prejuicios le ponen al límite, no acepta ver tan lamentable desvarío. Esto no puede estar pasando en su familia. Inmediatamente se da cuenta de la locura extrema de su hermana y no puede evitar las lágrimas. Lucia cae derrumbada. Raimondo culpa de todo al débil Edgardo, no hay compasión para él. Con ayuda de Enrico, el cura saca a Lucia del taller con dirección al Hospital Psiquiátrico.
Sobre Ópera Garaje
La compañía Opera Garage nace desde la pasión de Emiliano Suárez por dicho género musical y su firme convicción de conseguir nuevas audiencias y asegurar el relevo generacional para este espectáculo de espectáculos. Su unión a Macarena Bergareche, socia fundadora y directora ejecutiva de Think Chic, ha hecho posible que Opera Garage pase de ser un ideal a convertirse en una realidad.
Carola Baleztena, alma máter de la compañía Opera Garage, se ocupa de la dirección de vestuario con una gran interpretación de los personajes traída a los tiempos contemporáneos. Las entradas pueden conseguirse a través de la página web operagarage.com, con un precio de 36 euros.