Cuando Audrey Hepburn, con un bollo danés y café en mano, se paró frente aquel escaparate de Tiffany en Desayuno con diamantes, no podría imaginar que pasaría a ser una de las escenas más icónicas del cine. Hoy, 182 años después, esta firma de joyería de lujo sigue siendo la favorita de los apasionados de las piedras preciosas y ha conseguido patentar piezas eternas.

Con la intención de profundizar en las entrañas de esta mítica firma y poner en valor sus obras maestras, Tiffany & Co presenta en Shanghái, China, Vision & Virtuosity, la exposición más ambiciosa de toda la historia de la marca, donde invita al visitante, a través de un recorrido por más de 300 piezas antiguas y algunas de futuras colecciones, a sumergirse en los valores con los que comulga la firma desde que Charles Lewis Tiffany la fundara en 1832.
Alessandro Bogliolo, director ejecutivo de Tiffany & Co. desde 2017, cuenta en una entrevista con Status los secretos de una empresa -con una facturación de más de 4.000 millones de dólares- que ha conseguido revalorizarse cada año en el mercado.
¿Qué revela esta exposición sobre Tiffany & Co.?
Se trata de una muestra compuesta por 350 piezas de joyería, la mayoría de ellas, piezas antiguas, pero también hay algunas que son un avance de nuestra nueva colección de joyería superior, que será presentada al final de este año en Nueva York.
Es la primera vez que Tiffany organiza una exposición tan grande. ¿Por qué ahora?
En los 182 años de historia, esta marca ha organizado muchas exposiciones alrededor del mundo, pero nunca se había hecho una de este tamaño. Además de las 350 piezas, la muestra tendrá importantes documentos como, por ejemplo, el primer libro azul, publicado en 1845, y muchas imágenes de gran relevancia que se podrán ver aquí por primera vez.

¿Por qué en Shanghái?
Tiffany es muy importante en China desde siempre, pero ahora, con la nueva generación millennials, hemos recibido muchas peticiones de personas que quieren conocer más acerca de la historia, de la evolución del diseño y de las inspiraciones de la joyería de Tiffany.

¿Por qué cree que China es un mercado tan potente en compras de lujo?
China es uno de los mercados más importantes del mundo. Para nosotros, Estados Unidos es el primero, pero China es un mercado que crece muy rápido y muy bien, con un 25% de incremento cada año. En China, los clientes son más jóvenes. Millennials muy bien informados, que se mueven por todo el mundo. Este tipo de cliente no piensa solo en la marca en sí, sino que quiere saber el objetivo de la misma, e investigar el motivo que hace a la firma tan famosa: diseño, historia, sostenibilidad... Áreas donde Tiffany es muy fuerte, y por eso es la ocasión perfecta para mostrar todos estos aspectos. Lo bueno de esta exhibición es que, además de la posibilidad de conocer piezas icónicas, los clientes podrán interactuar en un mundo digital, en el que el visitante se convierte en parte de la instalación artística de la exposición. Algo serio y profesional a la par de muy divertido.
Con sus palabras, ¿cómo definiría la marca?
Definiría a Tiffany como una marca de refinada elegancia, de diamantes preciosos artesanos y con un innovador diseño. Yo creo que estos son los motivos que hacen que esta firma sea tan especial, porque es una combinación de excelencia en artesanía, envío y diseño, que siempre ha sido innovador. Muchas marcas de lujo tienden a mirar al pasado para encontrar la inspiración, pero Tiffany siempre ha estado mirando hacia el futuro, algo que está muy claro en la exposición.
¿Cómo se puede combinar la innovación, joyería tradicional y la joyería lujosa?
Porque la innovación está siempre en el diseño, mientras que la virtuosidad y la tradición están en la artesanía. Entonces, se trata de una combinación de un innovador diseño y una artesanía tradicional, un todo que hace la marca tan especial.

¿Cómo ha conseguido Tiffany & Co posicionarse como una de las marcas de lujo más reconocidas?
Ha sido un trabajo de generaciones. Tiffany es una de las marcas de lujo más antiguas del mundo. Se fundó en 1837 de la mano de Charles Lewis Tiffany y, desde el principio, la marca estuvo muy bien posicionada. Charles fue conocido en Nueva York con el apodo de El Rey de los Diamantes, ya que fue el primero que introdujo los diamantes en la gran ciudad en los primeros años del siglo XIX, cuando todavía era una ciudad emergente, con economía emergente. Por este motivo, el ADN del fundador ha estado presente siempre en nosotros para recordarnos la historia. Charles compró las joyas de la corona de España y con ellas hizo un collar de esmeralda. El primer paso que marcó la identidad innovadora de la marca. A partir de ahí, las diferentes innovaciones del siglo XX, con Paloma Picasso, Elsa Peretti, Shumberger, hasta las colecciones que hacemos hoy en día, marcan la diferencia. Ha sido un trabajo de 20 años de consistencia, donde hemos estado obsesionados con la calidad y hemos traído las mejores piedras preciosas. Además, en los últimos 20 años, hemos hecho una gran inversión en la trazabilidad y sostenibilidad de las piedras preciosas y los metales.
La marca tiene muchos logros a lo largo de su historia, incluido el diseño del primer anillo de compromiso y los trofeos deportivos más importantes, como el Vince Lombardi de la NFL. ¿Es eterna la notoriedad de Tiffany & Co.?
Lo que mencionas es un ejemplo perfecto. El anillo de compromiso de Tiffany, que fue lanzado por nuestro fundador en 1866 y sigue siendo 140 años después lo más vendido de nuestra marca, es un perfecto referente. No creo que ninguna marca venda a día de hoy un best seller que fuera diseñado hace 140 años. Y pienso que el anillo de compromiso de Tiffany es un diseño eterno. Pero si piensas en la colección Schlumberger, inspirada en la naturaleza y en las cosas fantásticas, también es a día de hoy uno de nuestros best seller. Por ello, lo que nos hace eternos no son solo las piedras preciosas y los metales que utilizamos, es el diseño.

¿Cómo es liderar una empresa de tal envergadura?
Tiffany es una marca antes de ser una compañía. Es una compañía de 4,4 billones de dolares en ventas. Estamos listados en Wall Street como una compañía pública, por eso operamos como tal. Pero para mí, lo más importante es la marca, porque este es el legado que nosotros hemos recibido de nuestros antecesores, y yo, como una persona de negocios, es lo que tengo que maximizar como valor. Esto es lo que ha hecho a nuestra marca de lujo especial si la comparas con otras compañías. Es una herencia cultural que tenemos que conservar en el futuro para escribir nuevas páginas de la historia. Esta es la manera que a mí me gusta verlo.
¿Qué es más importante en la firma, los trabajadores o la materia prima?
La cultura de la compañía es muy bonita, porque cree mucho en la diversidad y la inclusión de diferentes personas, y es una marca donde la mayoría de empleados son mujeres. Operamos alrededor de todo el mundo, por lo que tenemos personas de diferentes culturas. También operamos en la cadena de suministro, porque nosotros somos los únicos joyeros de lujo que adquieren los diamantes directamente desde la mina, los cortamos y los pulimos. Tenemos talleres en Europa, como por ejemplo en Bélgica, pero también en África, como en Botsuana, en Ecuador o en las Islas Mauricio, donde tenemos trabajadores que cortan y pulen los diamantes, garantizando así su trazabilidad. Somos también la única marca que cuando entrega el certificado del diamante al cliente, además del color, el carácter o la calidad, le indica el país donde se ha hecho. Somos la única marca que ofrece esta información. También, garantizamos a nuestros trabajadores una paga más alta que el mínimo legal.