La escenografía se ha vuelto una de las claves de los desfiles donde muestran las nuevas colecciones de las firmas de moda. Las marcas no solo buscan atraer al público por su ropa, sino también por los grandes shows que rodean a las presentaciones. Antes, estos eventos se destinaban a un público muy pequeño (normalmente la clientela más fiel) y ahora cualquier persona puede ver estas performances en directo gracias al streaming. Debido a esta apertura al mundo de las redes sociales, los desfiles han adquirido una importancia mayor a la que tenían en el pasado, y los diseñadores han tenido que adaptarse a estos nuevos lenguajes contemporáneos ofreciendo grandes espectáculos visuales que atraen a las masas.
De Lagerfeld a Saint Laurent
Aunque estas grandes representaciones comenzaron durante la primera década del siglo XXI con John Galliano o Alexander McQueen como precursores, ha sido durante esta segunda década cuando estos shows han tenido su periodo de esplendor, en una etapa en la que incluso las marcas viajan a la otra punta del mundo para ofrecer su puesta en escena. Un gran maestro en escenografía fue Karl Lagerfeld, director creativo de Chanel que durante 36 años ofreció espectáculos con la casa francesa nunca antes vistos, hasta su fallecimiento el pasado febrero.
El Grand Palais de París, emplazamiento icónico del kaíser de la moda para escenificar sus representaciones, fue transformado en una gran playa tropical de más de 80 metros para la colección primavera-verano 2019, en un avión Boeing con asientos para 250 invitados para colección primavera-verano 2016, y fue testigo de cómo despegaba el cohete espacial Número 5 para dar paso a la colección de pret-à-porter otoño-invierno de 2017. Un sinfín de representaciones atribuidas al genio de las performances, a las que hay que incluir también las de Fendi, pues además el alemán era director creativo de la marca italiana, con la que el ideó un show en 2016 que fascinó al mundo de la moda: para celebrar los 90 años de Fendi transformó en una pasarela uno de los lugares más emblemáticos de Roma, la Fontana di Trevi, y gracias a la iluminación y al cristal sobre el que desfilaron las modelos, daba la sensación óptica de que caminaban sobre el agua.

Pero no solo Lagerfeld ha puesto patas arriba el mundo de la escenografía en los desfiles de moda. Firmas como Tommy Hilfiger, Philipp Plein, Dolce & Gabbana e Saint Laurent han propuesto grandes shows para presentar sus colecciones. En 2017, Hilfiger instaló un gran parque temático en Venice Beach, al que denominó Tommyland, donde además de poder ver el desfile los asistentes pudieron disfrutar de food trucks y varios espacios lúdicos, entre ellos, locales donde adquirir las prendas mostradas sobre la pasarela. Philipp Plein, diseñador alemán, presentó su colección otoño-invierno 2018-2019 en la New York Fashion Week, en un escenario transformado en una pista de esquí, con una nave espacial y con Irina Shayk abriendo el desfile de la mano de un robot gigante.
Uno de los desfiles más innovadores en cuanto a términos tecnológicos fue el de Dolce & Gabbana, pues los diseñadores italianos presentaron sus bolsos de la colección otoño-invierno 2019 mostrándolos por la pasarela colgados de unos drones. Saint Laurent desfiló en uno de los lugares más especiales de París, delante a la Torre Eiffel, con una pasarela de agua en la que se reflejaba esta joya de la arquitectura y en las que las propuestas para colección pret-à-porter primera-verano 2019 brillaron en el anochecer de la ciudad de la luz.

Las 'performances' en la Mercedes-Benz Fashion Week de Madrid
Las anteriores son algunas de las marcas más prestigiosas del mundo, que poseen suficiente capital para poder llevar a cabo estas grandes representaciones y que, además, están respaldadas por pasarelas de primer nivel como la Paris Fashion Week, Milan Fashion Week o New York Fashion Week. En nuestro país, aunque se ha trabajado mucho por expandir fuera de nuestras fronteras la Mercedes-Benz Fashion Week de Madrid (gracias al trabajo de nombres como Cuca Solana, creadora de la pasarela de Moda española en 1986 y directora de la misma durante 33 años; o Charo Izquierdo, quien sustituyó a Solana como directora en 2017 y consiguió atraer a más prensa internacional al cambiar el tradicional calendario por otro diferente para no coincidir con las grandes semanas de la moda internacionales), es imposible competir con estas grandes ciudades de la moda.
En esta última edición de la MBFWM (la 70ª de la historia), que se celebró entre el 5 y el 10 de julio de 2019, muchos diseñadores españoles presentaron sus colecciones dentro de las pasarelas que se instalan Ifema, no abriendo así la moda a la capital de España, como bien se hace en las pasarelas de París o Milán, donde los desfiles son en diferentes enclaves de la ciudad. De los 45 diseñadores que desfilaron en el calendario oficial, 13 de ellos propusieron sus colecciones fuera de las instalaciones de Ifema: por ejemplo, Pilar Dalbat planteó un desfile silencioso en los Jardines de Cecilio Rodríguez del Parque del Retiro, María Ke Fisherman un desfile estático en el Puente de Toledo y Lexdeux expuso su obra en la Central de Diseño del Matadero. En cuanto a la escenografía, algunos creadores como Ana Locking, Duyos o Hannibal Laguna incluyeron algún elemento decorativo en las pasarelas de Ifema. Palomo Spain optó por presentar un documental en vez de un desfile, y The 2nd Skin Co. apostó por la música en directo.
La fusión de la moda y el arte
Juan Carlos Mesa, creador de la marca Maison Mesa, fue uno de los diseñadores que propuso una gran performance en esta 70ª edición de la MBFWM, y no necesitó grandes elementos escenográficos para dejar con la boca abierta al público. Con el Circo Price como escenario, la magistral actuación de la actriz Mariola Fuentes, 17 modelos acompañando a Mariola, los diseños de Mesa y la ayuda del director de escena Dani Panullo, el diseñador demostró que es posible impresionar a la crítica y a los espectadores gracias a la fusión de la moda y el arte.
A este madrileño le apasionan todas las artes, y desde que creó su marca en 2017 nunca ha realizado un desfile de moda 'común', pues siempre presenta sus colecciones mezcladas con algo de música, de danza o de ballet. "Me encantan las performances porque, al final y al cabo, un desfile para mí no deja de ser un show donde cuentas tu historia. Para contar una historia se puede hacer con un desfile tal cual, pero creo que si eso lo complementas con el resto de las artes, el mensaje es mucho más claro, es mucho más rotundo, y mucho más potente que hacerlo con un desfile corriente", confesaba el diseñador a elEconomista.

The Four Season of Fénix. Las cuatro estaciones en la vida de una mujer fue la propuesta que Mesa quiso compartir con el público el pasado 5 de julio, y lo hizo en colaboración conjunta con Dani Panullo, que ya había contribuido con coreografías para otros desfiles de la marca en temporadas pasadas, ofreciendo un espectáculo de moda inusual. Esta performance en forma de teatro y ballet fue un homenaje al coreógrafo francés François Casanovas, que desarrolló su trabajo en los 80.
Tanto al diseñador de moda como al director de escena les interesaba esta obra de Casanovas porque habla sobre el mito del Fénix, que trata sobre ciclo de vida. Los creadores quisieron recrear este mito como un ciclo de la vida de una mujer a través de la ropa que va usando según va envejeciendo. "Nos gustó la idea de entender el nacimiento, el desarrollo y la muerte de una mujer a través de las temporadas, entendiendo el nacimiento por la primavera y la muerte por el invierno. Soy bastante feminista en mis colecciones y esta obra tenía mucho que ver por cómo tratamos las edades y cómo entendemos nosotros la vejez", afirmaba.
En este desfile, las temporadas (primavera, verano, otoño e invierno) adquirieron un lenguaje contemporáneo, pues el diseñador presentó sus propuestas para todas las temporadas del año 2020, no solo para la primavera-verano del próximo año, como hicieron el resto de los diseñadores. "Queríamos que la gente se plantease el poco sentido que tiene hoy en día hacer colecciones de primavera-verano y de otoño-invierno, que es un sistema de principios del siglo pasado y que ya entrados en este siglo seguimos manteniendo. Ahora que el noventa por ciento de la gente vende en Internet y estás vendiendo lo mismo al desierto que a Alaska, ¿qué colección haces? Hoy en día, estas cosas no tienen demasiado sentido. Lo hicimos para el público pensara y discurriera un poco sobre esto", confesaba el madrileño.

Mesa está a favor de abrir la pasarela a diferentes espacios de Madrid, pues le parece una manera diferente y más contemporánea de contar la historia de una colección, pero también entiende que haya diseñadores que quieran seguir desfilando en su pasarela tradicional. "Hoy en día los límites entre casi todas las cosas no están tan claros, ni si quiera los límites entre las profesiones, y hay que saber adaptarse a esta nueva realidad. Yo intento manejarme en los nuevos lenguajes, y lo hago a través del arte, porque el arte siempre va un poquito por delante (o debería ir un poquito por delante) de lo que va la sociedad", declaraba a este medio.
En España, según han informado algunos diseñadores a la Agencia EFE, cada marca invierte una media de 75.000 por desfile. Para el creador de Maison Mesa, el dinero siempre es un problema, pero piensa que es mucho más importante las ganas de hacer las cosas y trabajar para buscar subvenciones o empresas que te patrocinen. "Cuando tienes ganas de hacer cosas, pues al final de una manera o de otra lo sacas. Lo harás mejor, lo harás peor, eso ya depende del talento y de la suerte. Las marcas que estamos empezando somos las que tenemos menos dinero, pero eso se suple con ganas, con arte, con emoción", afirmaba el creador.
¿Cuál será el rumbo que sigan las firmas españolas en la próximas ediciones de la MBFWM? La intención de Nuria de Miguel, nueva directora de la pasarela tras el adiós de Charo Izquierdo, es "extender a la ciudad la influencia de la pasarela y que Madrid respire a moda durante los días de celebración de MBFWMadrid", como bien declaraba a este medio el pasado julio. Puede que, en un futuro, se pueda disfrutar de desfiles en lugares icónicos de Madrid como la Cibeles, la Playa Mayor o el Templo de Debod.