Agentes de la Policía Nacional han detenido a 27 personas acusadas de falsedad documental e intrusión profesional. Entre los detenidos se encuentran responsables de las academias desde las que se ofrecían expedientes académicos y títulos universitarios falsos. Los licenciados ejercían en clínicas privadas y residencias de la tercera edad. También había tiulaciones de Derecho y Psicología, entre otras.
Las academias desde las que se ofrecían estas titulaciones estaban ubicadas en Alicante y Málaga. La mayoría de los detenidos habían obtenido ilegalmente títulos universitarios de médico cirujano, psicólogo, médico en terapia física y rehabilitación, químico farmacéutico, ingeniero forestal o historiador.
Algunos de ellos, amparados en esas falsas titulaciones, ejercían en clínicas privadas en las que realizaban inyecciones de silicona o botox, recetaban fármacos o ejercían como fisioterapeutas.
La operación, denominada Estudiante, se inició en San Sebastián donde se produjeron las primeras tres detenciones de supuestos fisioterapeutas que declararon haber obtenido dichos títulos previo pago de unos 18.000 euros.
La investigación continuó en distintas localidades españolas hasta un total de 27 detenidos y 12 imputados. Además se han realizado cinco registros: dos en Alicante, otros dos en Málaga y el último en Fuengirola. Las investigaciones no han concluido y se esperan próximas detenciones en Lima (Perú) de los responsables de emitir y enviar dichos títulos a España.
Falsedad documental e intrusismo
A raíz de las primeras detenciones realizadas en San Sebastián pudo identificarse al propietario de la academia que ofertaba las falsas titulaciones y que estaba ubicada en una localidad alicantina. Este individuo, Eduardo P.M., poseía además una clínica en la que ejercía como licenciado en Medicina y Cirugía y su mujer regentaba una parafarmacia contigua como diplomada.
Los datos bancarios de la mencionada academia reflejaban numerosas transferencias bancarias en concepto de convalidación de títulos. Los agentes confeccionaron un listado con los ordenantes de dichos ingresos que fue remitido al Ministerio de Educación y Ciencia. Muchos de estos sujetos habían logrado homologar sus títulos, los cuales pudo comprobarse posteriormente que eran falsos.
Asimismo se averiguó que Eduardo P.M. contaba con otro socio, José L.M., que residía en Málaga donde poseía otra academia desde la que ofrecía también estas falsificaciones que habían sido homologadas.
Contactos en Perú
Los dos propietarios de estas academias mantenían contactos con distintos sujetos de las universidades de Perú, adonde realizaban viajes periódicos. Una vez que tenían un comprador, los certificados de cargas horarias, los certificados de estudios y la resolución rectoral, los detenidos pedían que les ingresasen una cantidad de dinero que oscilaba entre los 6.000 y 12.000 euros. Cuando ya poseían el título era cuando se solicitaba el último ingreso hasta alcanzar los 18.000 euros por titulación.
Toda la documentación era presentada al Ministerio de Educación y Ciencia que, mediante resolución, les otorgaba la homologación que les habilitaba para ejercer como tales.
Los dueños de estas academias habían creado paralelamente lo que denominaron universidad virtual para intentar justificar así que a través de ésta realizaban los correspondientes estudios.
En clínicas privadas o residencias
La mayor parte de los títulos expedidos eran licenciaturas de Médico Cirujano, de éstos un gran numero de detenidos trabajaban en clínicas privadas expidiendo altas y bajas medicas, así como recetando fármacos. Alguno de los detenidos trabajaba en residencias de la tercera edad, como es el caso de Cáceres, donde una imprudencia profesional casi les cuesta la vida a dos ancianos por la receta de unos fármacos.
En algún caso los detenidos habían abierto centros de medicina estética donde realizaban la fabricación de cremas para la reducción de grasa corporal y tratamientos contra las arrugas, inyección de silicona, botox o vitaminas para el relleno de diversas partes del cuerpo -en especial el rostro-, aplicación de radiofrecuencia y dermoabrasión, etc.