Los pacientes oncológicos se someten a largos tratamientos que pueden provocar efectos secundarios sobre su organismo. Pero también existen una serie de productos que pueden interferir en dichos tratamientos. Los expertos recomiendan que los pacientes con cáncer tratados no tomen ningún suplemento nutricional, farmacéutico o extracto de hierbas sin prescripción médica por los compuestos bioactivos que contienen. La razón es que el tratamiento no sería tan efectivo porque estaría combatiendo con las sustancias que el paciente incorporó a su organismo con la ingesta de estos productos.
"El consumo de suplementos nutricionales, farmacéuticos o extractos de hierbas y este tipo de alimentos que no ha prescrito el médico contienen compuestos bioactivos que pueden interferir con algunos tratamientos. Por tanto, a un paciente oncológico no se le recomienda tomar ninguno de estos productos sin antes haberlo consultado con su oncólogo", explica a este medio Elena Roura, directora científica de Fundación Alícia.
Las recomendaciones alimentarias generales son similares para todos los tipos de procesos oncológicos y las fases del tratamiento. Aun así, se deben adaptar según vayan apareciendo los diferentes síntomas o efectos secundarios del tratamiento. Sea cual sea el tipo, localización o fase del tratamiento (si no existe alguna recomendación concreta para el caso particular), la recomendación es seguir una alimentación sana y equilibrada, que contenga alimentos de todos los grupos en la cantidad y frecuencia adecuadas.
Una alimentación saludable y equilibrada, con alimentos de todos los grupos en las cantidades y frecuencias adecuadas, es la que aporta todos los nutrientes necesarios para el buen mantenimiento del organismo y sus funciones. "No hay ningún alimento que no pueda consumir un paciente oncológico. Sin embargo, lo que tiene que asegurar es que esa alimentación sea sana y equilibrada y que esté basada en producto fresco y consumos reales, evitando los ultraprocesados. Lo importante es estar bien nutrido para poder hacer frente a la enfermedad y al tratamiento, pero no hay un alimento concreto que tenga un efecto concreto sobre un tumor concreto", afirma Roura.
Recomendaciones alimentarias
Una de las claves principales de la alimentación a seguir durante un tratamiento oncológico se resume en realizar de cuatro a cinco comidas al día. Desde la plataforma web Oncoalícia, impulsada por la Fundación Catalunya La Pedrera y desarrollada por Alícia, sostienen que repartir la alimentación en varias tomas al día es importante para mantener el organismo en actividad, favorecer la digestión, controlar el nivel de glucosa en sangre y tener más opciones para incorporar la energía y los nutrientes que el cuerpo necesita. "Se recomiendan cuatro o cinco comidas al día porque así se consiguen incorporar más grupos de alimentos", afirma la experta.
Hay gente que durante el tratamiento no tiene ningún efecto secundario, pero hay personas que tienen alteraciones que les puede dificultar a la hora de comer, por lo que habría que hacer adaptaciones. Por ejemplo, hay personas que pierden el apetito o que solo lo tienen por la mañana. Cuando sucede este supuesto, los expertos recomiendan que consuman el máximo posible por la mañana y durante el día vayan picando cuando tengan hambre.
Otro de los aspectos destacados consiste en asegurar un adecuado aporte proteico para hacer frente a los tratamientos, reparar tejidos y mantener o recuperar la masa muscular. La razón es que las proteínas se encargan de la reparación de los tejidos. Por tanto, una persona con cáncer tiene que asegurarlas porque son imprescindibles para reparar tejidos, ayudar a la recuperación y para evitar deteriorar el sistema inmunitario. "Un déficit de proteínas podría incrementar el riesgo de infecciones y enlentece la recuperación del paciente", recalca la experta.
La realización de actividad física de manera regular, entre otras cosas, contribuye a mantener la masa muscular y la mineralización ósea. Desde Oncoalícia también sostienen que es importante seguir normas y medidas de seguridad alimentaria para evitar infecciones. Hay que tener en cuenta que a veces durante el tratamiento pueden disminuir las defensas, por lo cual "es necesario extremar las medidas de higiene para reducir el riesgo de sufrir alguna intoxicación alimentaria", concluye.