El comportamiento errático de la renta fija, la volatilidad en la renta variable, los desplomes en el mercado de materias primas, la baja demanda de préstamos y los tipos de interés por los suelos han construido un escenario complicado para los grandes bancos norteamericanos en el que se las ven y se las desean para hacer crecer sus ingresos.
"Reducir costes", según apuntilla la analista de Bloomberg, Alison Williams, es la máxima a la que llevan agarrándose desde hace meses, aunque para algunos parece insuficiente.
El primero en dejar constancia de la compleja situación que atreviesan los grandes bancos en Estados Unidos fue JP Morgan (JPM.NY). La entidad publicó el martes un beneficio neto de 6.800 millones de dólares, o 1,68 dólares por acción, en los tres meses comprendidos entre julio y septiembre, sobre ingresos de 23.535 millones dólares. Sin embargo, el beneficio ajustado del banco quedó en 1,32 dólares por título muy por debajo de los 1,37 dólares que barajaba el mercado. El propio Jamie Dimon, presidente del banco, reconoció durante la rueda de prensa para presentar estos resultados que los retos del contexto económico global y las bajas tasas de interés "han impactado a la totalidad del negocio".
Estos resultados se dejaron sentir en el parqué y en la jornada posterior a su presentación, sus títulos cayeron un 2,5%. Pero lo peor podría estar por llegar. "Las estimaciones de ingresos de cara al cuarto trimestre podrían caer", reflexiona Williams, de Bloomberg.
De momento, el consenso de mercado sostiene sobre sus acciones una sólida recomendación de compra, la sexta más sólida del conjunto de compañías sobre las que hay abierta una estrategia en elMonitor.
De hecho, ninguna firma de inversión entre las que siguen al mayor banco de Estados Unidos emite un consejo de venta sobre sus títulos. Por el contrario, más de un 84% del total lanza valoraciones positivas sobre ellos mientras que el resto recomienda mantenerlos.
Tampoco fue el esperado el beneficio que logró Goldman Sachs (GS.NY). La firma presentó unas ganancias de 1.426 millones de dólares frente a los más de 1.500 millones que esperaban los expertos. La entidad experimentó un retroceso del 20% respecto a lo conseguido en el mismo periodo del ejercicio anterior.
"Experimentamos niveles inferiores de actividad y bajadas en el precio de los activos durante el trimestre como reflejo de las renovadas preocupaciones sobre el crecimiento global", explicó el presidente y consejero delegado del banco, Lloyd C. Blankfein.
El banco informó, además, de que en el tercer trimestre destinó 416 millones de dólares para afrontar litigios y cuestiones regulatorias, frente a los 194 millones de dólares en el mismo periodo de 2014, un incremento que han sufrido de forma similar el resto de bancos norteamericanos.
Los vencedores
Diferente es la historia de Bank of America (BAC.NY) que ha logrado borrar el signo negativo. Durante el tercer trimestre de 2014 la compañía registró unas pérdidas de 232 millones de dólares. Una situación muy diferente a la presentada entre los meses de julio y septiembre, cuando la entidad ha logrado un beneficio de 4.500 millones de dólares, una cifra que también le ha llevado a sorprender positivamente a los analistas que estimaban unas ganancias de 3.600 millones de dólares.
Un 7 por ciento por encima de las expectativas del consenso se situó el beneficio de Wells Fargo. Las estimaciones situaban sus ganancias en los 5.400 millones de dólares frente a los 5.800 millones que finalmente presentó la entidad.
Otro de los grandes vencedores fue Citi al declarar un beneficio neto de 4.291 millones de dólares entre los meses de julio y septiembre. Esto le llevó a firmar su mejor tercer trimestre desde 2006. El banco norteamericano ha batido las estimaciones, que preveían unas ganancias de 3.947 millones de dólares. Los beneficios obtenidos superan en un 50% los del mismo período de 2014. En bolsa, sus acciones celebraron estos resultados repuntando más de un 4% durante la jornada del pasado jueves.
Citi (C.NY) es junto a JP Morgan el otro banco sobre el que existe una estrategia abierta en elMonitor. El banco recibe la cuarta recomendación de compra más sólida de la herramienta de inversión de elEconomista y al igual que su competidor no pesa sobre sus títulos ninguna valoración negativa. De hecho, casi el 90% de las recomendaciones del total de las emitidas por los analistas son positivas. En la cartera, acumula una rentabilidad de más del 7%, mientras que la de JP Morgan asciende al 6%.