Política
"Tengo los pelos como escarpias. Es positivo": los enfermeros critican el protocolo de Sanidad contra el ébola
EN DIRECTO | Así avanza el caso. "La chica ha empezado con diarrea también. Chicas confirmado, me cago en... hacia el Carlos III. Tengo los pelos como escarpias. Es positivo". Estas palabras dieron la voz de alarma entre las enfermeras del Hospital Universitario Fundación Alcorcón: una infectada por ébola -Teresa R., la auxiliar española contagiada tras atender al sacerdote Manuel García Viejo- había entrado en este centro médico. Según cuenta Diario Enfermero, fue una profesional la que mandó el mensaje a sus compañeras a través de un grupo de la aplicación telefónica WhatsApp. ¿Qué falló en el hospital?
La reacción sanitaria, aseguran desde el ramo, dejó que desear: mascarillas y trajes inadecuados, ausencia de habitaciones de aislamiento con carga negativa y un hospital no preparado, según los sindicatos y las asociaciones de profesionales de la salud. En primer lugar, y tal y como asegura este medio, "antes de ingresar en Alcorcón, se fue directamente al hospital Carlos III". Sin embargo, allí no la atendieron: no era su hospital de referencia y le dijeron que solo volviera si daba positivo. Eso fue el domingo, "y unos días antes había ido al centro de salud", relatan fuentes de su entorno. Pero no fue hasta ayer cuando ingresó en la clínica.
Además, el personal que finalmente atendió a la afectada lo hizo sin medidas de protección. Esta misma mañana, los trabajadores del hospital protestaban frente a las puertas del centro para mostrar su "indignación" por las medidas adoptadas.
Juan Manuel Parra, médico urgencias y uno de los que la atendió, ya ha afirmado que se hará convenientemente las revisiones: "Me chequearé como tenga que hacerse". Ante las insistentes preguntas de si el hospital estaba preparado para atender un caso de ébola, Parra se ha limitado a señalar que desde el principio se cumplió con el protocolo marcado.
"Avisó y se activó el protocolo", ha puntualizado, unas palabras aplaudidas por sus compañeras de profesión. "¿Éste es el protocolo de seguridad? Ésta es la seguridad que nos están dando en los hospitales donde tenemos que trabajar? Ana Mato, mentira! Ana Mato, dimisión", gritaban las presentes.
Aunque Mato evitó hablar ayer sobre dimisiones (pese a que cuando ella estaba en la oposición sí pidió la cabeza de la ministra del ramo, entonces Carme Chacón, por un caso similar), arrecían las críticas. El presidente del Consejo General de Enfermería, Máximo González Jurado, ya avanzó que pedirán una investigación "a fondo". Todo apunta a que se obró correctamente desde el punto de vista de la salud pública pero no se adoptaron las medidas de seguridad necesarias desde el prisma de la salud laboral.
También desde La Paz de Madrid, del que depende el Hospital Carlos III, se han pedido responsabilidades. Estos sanitarios critican no haber recibido "formación ni recursos". Costuras que se rasgaban, escafandras incompletas, bolsas en lugar de calzas...: el equipo no fue el mejor. Al parecer, la "única" formación que han recibido ha sido un curso de "media hora" (otras fuentes lo elevan a dos clases de 45 minutos) y ni siquiera han tenido clases prácticas de cómo ponerse el traje de protección utilizado en estos casos.
"No estamos preparados en el Hospital La Paz para asumir a este tipo de pacientes. No obstante, nosotros hemos cumplido a rajatabla el protocolo del Ministerio, pero nos han faltado recursos y formación porque se ha hecho todo muy deprisa", ha aseverado la secretaria de la sección sindical de CCOO, Esther Quiñones, para criticar el desmantelamiento del Carlos III. Los sanitarios coinciden: el protocolo "no está bien hecho" y tampoco se comunicó correctamente a la plantilla. El personal de urgencias e intensivos de La Paz llegó incluso a notificar la situación a los juzgados de plaza de Castilla (Madrid), el pasado mes de julio.