Política

Los socialistas intentan abrir brecha en regiones controladas por el PP



    La lucha por ganar las elecciones del 9 de marzo se dirimirá también en las diferentes regiones españolas, principalmente las que aportan más diputados, por lo que los socialistas han puesto a algunos de sus pesos pesados como cabezas de lista para arañar escaños en feudos tradicionalmente conservadores.

    Los socialistas han incluido como cabeza de lista por la región de Valencia, tradicional bastión de la derecha, a la número dos del gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, uno de los miembros del gobierno mejor valorados por los españoles.

    De la Vega intentará poner una pica socialista en una comunidad que en las elecciones legislativas de 2004 dio 17 diputados al Partido Popular (PP, derecha) y 14 al Partido Socialista Obrero Español (PSOE).

    De la misma manera, los socialistas han puesto a otro de sus pesos pesados, el ex ministro de Defensa, José Bono, a la cabeza de sus candidatos por Castilla-La Mancha, región con la extraña paradoja de que en las elecciones regionales da sus votos a los socialistas y en las generales al PP.

    Bono, quien ha sido ha sido presidente regional castellano-manchego durante cinco legislaturas consecutivas con mayoría absoluta, espera lograr que Castilla-La Mancha vote también socialista en estas elecciones generales.

    Otra de las grandes incógnitas regionales será Galicia, tradicional feudo electoral del PP, donde su histórico dirigente, Manuel Fraga, gobernó durante 16 años hasta que los socialistas con el apoyo del Bloque Nacionalista Galego (BNG) se hicieron con la presidencia regional en 2005.

    Los comicios del 9 de marzo permitirán comprobar si esta nueva tendencia que parece despuntar en Galicia se confirma para los socialistas, que también tienen segura Andalucía, una comunidad en la que siempre han arrasado desde las primeras elecciones democráticas, en 1977. Andalucía celebra además sus elecciones regionales el mismo día.

    Aparte de Galicia, en las otras dos comunidades denominadas históricas, País Vasco y Cataluña, no parece que vaya a ver cambios, por lo que el Partido Nacionalista Vasco (PNV), como ocurrió en las elecciones de 2004 y 2000, volverá a ser el más votado en su región, seguido por el PSOE.

    Cataluña, que suele votar nacionalista en las elecciones regionales, ha visto como en los últimos comicios regionales, los socialistas se hacían con el gobierno con el apoyo de los independentistas de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC).

    Los socialistas, aunque lastrados por los problemas de infraestructuras en Barcelona en los últimos meses y los debates sobre la reforma del estatuto de autonomía, que define las atribuciones para la región, deberían volver a ser la fuerza más votada en una región en la que en 2004, el PP fue el cuarto partido con más votos por detrás de los nacionalistas de Convergencia i Unió (CiU) y ERC.

    El PP, por su parte, tiene prácticamente segura su supremacía en Castilla y León, Cantabria y Madrid, esta última, tradicional plaza fuerte conservadora en la que cuenta con dos de sus "barones", el alcalde, Alberto Ruiz Gallardón, y la presidenta regional, Esperanza Aguirre.

    En Navarra, el PP también parte como favorito, aunque la subida experimentada por los nacionalistas de Nafarroa Bai y el PSOE en las elecciones regionales del pasado año hacen planear una pequeña duda sobre el resultado del 9 de marzo en esta región.

    gr/esb/jo