El primer ministro chino, Wen Jiabao, bajo la presión de problemas sociales, abogó por un gobierno más eficaz para crear una sociedad más justa, al abrir el miércoles en Pekín la sesión anual del Parlamento.
Ante casi 3.000 diputados reunidos en el Gran Palacio del Pueblo, Wen pronunció un discurso de dos horas y media, en presencia de los más altos dirigentes del régimen comunista, encabezados por el presidente Hu Jintao.
Wen Jiabao, de 65 años, que en principio renovará su mandato por cinco años en esta sesión de dos semanas, elogió la gestión de su gobierno, al destacar que China, que en 2002 era la sexta economía mundial, ha pasado a ser la cuarta.
"La población gozado de un mayor número de ventajas materiales y la posición e influencia de nuestro país en la escena internacional han mejorado constantemente", se congratuló Wen, que además prometió "la organización exitosa" de los Juegos Olímpicos de Pekín en agosto.
Sin embargo, se dijo consciente de que "existen aún muchos problemas que resolver en cuanto a desarrollo económico y social", y avanzó que en 2008 las prioridades serán la lucha contra la inflación, que afecta sobre todo el poder adquisitivo de los más desfavorecidos, y el refuerzo de los controles macroeconómicos para evitar el "recalientamiento" de la actividad.
Wen Jiabao anunció esfuerzos presupuestarios en los ámbitos social y educativo para mejorar las condiciones de la vida de los chinos y hacer frente a las crecientes desigualdades.
Prometió 276.200 millones de yuanes (25.500 millones de euros; 38.000 millones de dólares), un 20% más que en 2007, "para acelerar la aplicación de un sistema de protección social".
Para afrontar los desafíos, el jefe de gobierno se comprometió también con una reforma del Estado y un gobierno más eficaz y formuló el objetivo de favorecer la "democracia socialista", aunque siempre bajo el control del Partido Comunista.
"Será necesario generalizar la democracia popular, perfeccionar el sistema democrático, multiplicar las formas y los canales democráticos", agregó el jefe de gobierno.
En el capítulo medioambiental, Wen Jiabao aseguró que su país hizo "progresos notables" el pasado año en ahorro de energía y reducción de la contaminación y pronosticó que 2008 será un "año crucial para alcanzar los objetivos vinculantes" que Pekín se ha fijado.
China tiene como objetivo reducir en un 20% el consumo de energía por unidad del Producto Interior Bruto (PIB) y en un 10% las emisiones de las principales sustancias contaminantes, entre 2006 y 2010.
El jefe del gobierno chino advirtió que su país limitará o incluso prohibirá "los proyectos de capitales extranjeros que consuman demasiada energía y emitan muchas sustancias contaminantes".
También el ejército ocupó una parte del discurso del primer ministro, que aseguró que "reforzar la defensa nacional y las fuerzas armadas es una tarea de importancia estratégica para la construcción del socialismo a la china", al día siguiente de que Pekín anunciara un aumento del presupuesto militar para 2008 de casi 18%.
A dos semanas de la elección presidencial de Taiwán, Wen reiteró la oposición de Pekín a la independencia de la isla, que vive de hecho separada de la autoridad de Pekín desde la victoria de los comunistas en China continental en 1949.
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