Zamakona contrata barcos, mientras La Naval languidece



    Astilleros Zamakona, empresa situada en Santurce y presidida por Pedro Gararygordobil, parece ser el único constructor de buques español que firma contratos, a pesar de que aún no se ha solucionado el problema comunitario existente con el 'tax lease', ni articulado uno nuevo que favorezca la financiación de la construcción naval.

    Por contra, el mayor astillero que existe en Euskadi, La Naval de Sestao, languidece sin conseguir nuevos contratos y encadenando Expedientes de Regulación de Empleo (ERE). Además los accionistas no avanzan en el desbloqueo del pacto accionarial que impide, entre otras cuestiones una inyección financiera de 5 millones, prometida por el Departamento de Industria del Gobierno vasco hace un año, a canalizar a través de su entrada en su capital mediante la sociedad de inversiones Socade.

    Buques pesqueros

    Los dos contratos logrados por Zamakona son buques de alta tecnología, dirigidos al sector pesquero.

    Por un lado, el grupo vizcaíno Echebastar ha contratado a Zamakona para la construcción de un atunero congelador, con un presupuesto de unos 30 millones de euros. El otro contrato, valorado en unos 35 millones, fue suscrito con el armador noruego Solvtrans para la construcción de un buque para transporte de salmón vivo.

    Al margen de estos contratos, Zamakona trabaja en la construcción de un buque offshore para el armador danés Esvagt A/S y una rampa Ro-Ro para la Autoridad Portuaria de Bilbao lo que le asegurará carga de trabajo hasta 2014.

    Además, este astillero espera en breve entrar, de la manos del armador noruego, en el segmento de los buques oceanográficos.

    Actualmente Zamakona tiene instalaciones productivas en Santurce (Vizcaya), Pasaia (Guipúzcoa) y Repnaval en Las Palmas (Canarias). Su plantilla fija es de 80 personas, a las que se suman unas 400 personas de empresas auxiliares.

    Persiste el bloqueo en CNN

    La Naval firmó su último contrato en marzo de 2011, el único buque que ahora hay en sus gradas, pero llegó después de casi un año de problemas para obtener financiación, incluidos enfrentamientos entre sus socios, que apunto estuvieron de dar al traste con el pedido.

    El que fuera el gran astillero vasco (ya no tanto, Murueta, uno de sus accionistas, tiene una plantilla de 400 personas, el doble que La Naval) encadena cuatro Expedientes de Regulación de Empleo (ERE), sin que se atisben nuevos contratos, ni planes concretos de relanzamiento de su actividad.

    El ofrecimiento del Gobierno vasco de inyectar 5 millones en CNN lleva aparejado una serie de condicionantes: que se termine con el pacto de accionistas que impide tomar decisiones estratégicas por mayorías (ahora exige unanimidad), que dicha participación sea temporal y que debía ir acompañada de un plan industrial y de futuro.

    Hasta ahora los socios de La Naval (Ingeteam, Astilleros Murueta, Iniciativas Navales del Norte, Naviera del Nervión y Knutsen) no han dado pasos para eliminar el pacto accionarial y parece que habrá que esperar hasta finales de este año en que el mismo expire por agotamiento de plazo y a partir de 2013 se puedan aplicar acuerdos por mayorías.

    Murueta trabaja en tres buques

    Otro astillero vasco, Astilleros Murueta, tiene en estos momentos en construcción tres buques: dragas de tolva de succión en marcha para mantenimiento de puertos, para el organismo francés Dragages Port; y un tercer buque para transportar arena para la construcción, para el armador francés DTM.