Opinión
Cautela ante la situación de la bolsa
elEconomista.es
La inestabilidad turca volvió a golpear los mercados europeos. Así, el Ibex 35, pese a que logró suavizar las caídas iniciales, terminó con un descenso del 0,75%.
Como resultado, el selectivo español se situó a una distancia del 0,9% respecto a su soporte clave situado en los 9.440 puntos.
Este nivel todavía no se resiente pero ese hecho solo debería producir una tranquilidad momentánea en los inversores. Confluyen múltiples factores que pueden contribuir a que el suelo se perfore.
Por un lado, debe considerarse la vulnerabilidad característica del mercado en agosto, por el escaso volumen de negociación.
A ello se une el hecho de que los vaivenes en Turquía impactan en un sector sensible, la banca de la eurozona, como el BBVA atestigua por su excesiva exposición a ese país, que ayer le convirtió de nuevo en el valor más bajista del Ibex.
Pero aparte de aspectos técnicos, otras realidades invitan a moderar todo optimismo frente a la crisis turca. Las respuestas de su banco central siguen sin infundir confianza, ya que el alcance de las inyecciones de liquidez será limitado si no se dan pasos como subir los tipos.
Más grave resulta la creciente certeza de que esta crisis no termina en Turquía y puede tratarse del primer capítulo de unas turbulencias que afecten a los principales países emergentes, cuyas divisas prosiguen su desplome frente al dólar.
Un traspié de las economías en desarrollo no saldrá gratis para un índice como el Ibex, donde el 60% de sus empresas tiene alta exposición a países como Brasil.
Por ello, la situación en bolsa invita a ser cautelosos ante el riesgo de que los soportes acaben perforados y las caídas prosigan hasta llegar, o rebasar, los mínimos del año.