Opinión

Margen para volver a subir salarios

    Foto: Efe.

    elEconomista.es

    Los agentes sociales anunciaron la firma del nuevo acuerdo de negociación colectiva. El pacto ya es buena noticia, pues evita la anomalía de 2017, cuando fue imposible el entendimiento.

    Ahora, sindicatos y patronal coinciden en dos argumentos clave: llegó el momento de subir salarios, pero esas alzas deben acometerse con flexibilidad. Sin duda, el final de la crisis es una realidad, desde hace años, en variables como la inversión o el PIB pero los sueldos constituían uno de los ámbitos cuya normalización estaba pendiente.

    La subida acordada de "hasta el 2%" corrige la situación con un avance en línea con la evolución del IPC. Es cierto que el incremento previsto en los convenios puede llegar al 3%, pero ese punto adicional se supedita a la situación de cada sector en ámbitos cruciales como la productividad o la lucha contra el absentismo.

    Parecida flexibilidad se halla en otro de los pilares del acuerdo, un salario mínimo por convenio de 14.000 euros anuales. Se trata de una recomendación a cada uno de los sectores productivos cuya implantación, además, se haría de forma gradual (hasta 2020). Entre sus ventajas destaca también que tiene un impacto selectivo (es una subida centrada en los salarios más bajos) y que no tiene tantos efectos de segunda ronda como otros cambios semejantes, por ejemplo los que afectan al salario mínimo interprofesional.

    El nuevo acuerdo de negociación colectiva, por tanto, establece una senda capaz de aprovechar el margen que la recuperación deja para subir salarios, y elevar así las cotizaciones.

    No obstante, no debe olvidarse que en la mejora de las retribuciones lo decisivo deben ser los aumentos de la productividad de las empresas, cruciales para mantener su capacidad de competir.