Opinión
La SGAE firma otro hit del drama de la corrupción española
Sucede a menudo en el escalón municipal, en general en pequeños ayuntamientos: como si de una secta se tratara, los vecinos de los pueblos en que su alcalde es acusado de corrupción urbanística salen extrañamente en su defensa en una especie de Fuenteovejuna al revés. Sin acabar de ver que los alcaldes corruptos son pura y simplemente expoliadores del dinero de todos, el populacho se erige en defensor de su particularismo frente al Estado, frente a la civilización, frente a la Justicia.
El comportamiento de la SGAE, es decir, del consejo entrante, que es en todo semejante el saliente -no en vano el juez cree que las elecciones han sido claramente manipuladas por los corruptos que no podían consentir perderlas para que no se descubriese el pastel-, es sencillamente indecente. En lugar de mostrarse indignados con unos representantes que han traicionado su confianza y que se han enriquecido a costa del esfuerzo ajeno, han actuado con indolencia, en un absurdo tono melifluo que destila comprensión.
El cantante Víctor Manuel ha sido hoy el encargado de leer un comunicado en el que se anuncia la próxima constitución de una comisión rectora "que asuma las funciones directivas de forma provisional y lleve a cabo una investigación interna" que culminará con un informe que se entregará ante la Audiencia Nacional.
En la comparecencia ante la prensa también han intervenido Sabino Méndez, Caco Senante y Ernesto Caballero, que han aclarado con vergonzante unanimidad que "Teddy Bautista continuará en su puesto al menos hasta el día 12 de julio", aunque quedará a disposición de esta junta. Síndrome de Estocolmo o, sencillamente, cobardía moral.
Según estos portavoces de la asociación, dicha comisión dirigirá y supervisará además las tareas diarias de la organización. "Mientras dure la investigación quedará en suspenso cualquier nombramiento", ha dicho Víctor Manuel, quien ha aclarado que la comisión estará conformada por cuatro autores y un editor y estará dirigida por un presidente "independiente y de reconocido prestigio", con el objetivo de garantizar la máxima transparencia. "Tenemos que averiguar qué ha pasado", han concluido.
Para saber qué ha pasado, les bastaría con leer el auto del juez y los periódicos, en papel y en Internet. Teddy Bautista ha defraudado la confianza de quienes la depositaron en él y nos ha tomado el pelo a todos con su puritanismo fundamentalista en la supuesta defensa de los derechos de sus asociados.
Aquel sujeto antipático que cobraba las tasas en los homenajes a las víctimas del terrorismo, que quería meter en la cárcel a los desgraciados del top manta, que nos miraba por encima del hombro, ha organizado con sus secuaces un colosal latrocinio.