La UE y el mundo empresarial español envían un mismo mensaje al nuevo Gobierno. El vicepresidente para el euro de la Comisión, Valdis Dombrovskis, fue claro en su intervención en la jornada Retos y oportunidades de la banca de elEconomista. El político letón subrayó que España "debe continuar reduciendo el déficit público", resaltando de este modo la exigencia que ya lanzó Bruselas acerca de un nuevo recorte del gasto cercano a los 8.000 millones en 2019. Tampoco debe desoírse el llamamiento de Dombrovskis a reactivar las reformas "para mejorar la competitividad". En esa misma línea, las patronales encuestadas por este diario inciden en evitar la derogación de reformas, como la laboral, y en el cumplimiento de las metas de déficit de la UE. El nuevo Gobierno reafirma su compromiso a este respecto con medidas como mantener los Presupuestos del PP para 2018. Pero mucho más inciertos son sus planes posteriores. La alusión de la portavoz Isabel Celaá a posibles subidas de im-puestos crea confusión. No solo contradijo a los ministros económicos que, 24 horas antes, descartaban "por ahora" alzas fiscales. Además, pareció abrir la puerta a las tradicionales propuestas del PSOE de crear un impuesto para la banca y gravar más el ahorro y los altos patrimonios. Si esos son sus planes, el Gobierno debería escuchar lo dicho por los representantes de los principales bancos españoles quienes, en el foro de elEconomista, alertan del modo en que una nueva tasa "distorsionará el mercado financiero". No menos contraproducente será recurrir a recetas tan anacrónicas como castigar fiscalmente a los ricos y al ahorro. Subir impuestos constituye una estrategia perjudicial para la economía, que el Gobierno debe evitar.