Los expertos consideran al Ibex como el selectivo europeo con mayor recorrido en 2017. Este optimismo está bien argumentado, ya que es el que menos refleja el crecimiento de sus cotizadas en los últimos cinco años. Las cifras son contundentes. Los beneficios de sus compañías han crecido un 140 por ciento en el último lustro, mientras que el Ibex se ha revalorizado un 9 por ciento. Por si fuera poco, lastres pasados como la excesiva bancarización y la elevada exposición de las firmas a Latinoamérica dejarán de restar para empezar a sumar, debido a las buenas perspectivas del sector financiero y la pujanza de países como Brasil y Argentina. Solo las dudas de México y el Brexit pueden poner en duda la posición de privilegio del Ibex 35.