La tendencia alcista que los índices bursátiles europeos vivían desde inicios de año está oficialmente rota. No en vano ayer fue el primer viernes en el que se pierden los mínimos logrados en la semana anterior. En el caso del Ibex, hacía 14 semanas que no ocurría algo semejante; el punto de inflexión lo marcó una caída del 3,6 por ciento del selectivo en dos días. Es una corrección de envergadura, pero lógica en la medida en que los inversores consideran el actual un buen momento para recoger beneficios, después de que Europa se apuntara su mejor primer trimestre bursátil desde 2009. Sin duda, existen incertidumbres (la mayor: Grecia) que pueden acarrear más caídas, pero la renta variable aún es la mejor opción para el inversor que busca rentabilidad real.