Ocho autonomías se desvían del objetivo de déficit. Un dato preocupante a estas alturas del ejercicio, pues son demasiadas y, además, representan prácticamente el 62 por ciento del recorte que se debe acometer. Es decir, 11.000 millones, nueve décimas del objetivo total del 1,5 por ciento de déficit que corresponde a las CCAA en 2012. Las autonomías deben tener en cuenta que si no cumplen el problema revierte en el conjunto. Un caso o dos de incumplimiento puede ser enjugado por el resto, ocho es un varapalo para el sacrificio que hace el resto. De la misma forma que la UE podía haber controlado el problema griego, hasta que alcanzó a más Estados y se convirtió en un problema general. El reto es lograr que todas cumplan a fin de año sin que se plantee otra alternativa.